miércoles, 22 de septiembre de 2010

El Sendero



Por Abner Huertas

Caminando vas por un sendero,
con pasos ligeros, otras veces con pasos rápidos;
¿alguna vez te has detenido a pensar si sabes a dónde vas?

Te has detenido a pensar y preguntarte ¿a dónde te llevara ese sendero?

Te has dicho a ti mismo no sé a dónde voy a llegar por este sendero
pero si estoy seguro que no quiero ir por ese otro.

Si continuas caminando sin conocer el final del sendero
de pronto te darás cuenta que has avanzado una gran distancia incalculable y descubres que el lugar al que querías llegar está muy lejos de dónde te encuentras

Te detendrás y verás hacia atrás ese sendero, cansado, fatigado
diciéndote a ti mismo si hubiese conocido a dónde quería llegar no estaría aquí.

Por eso... te has detenido,
te has dado cuenta de lo que podría suceder
así que buscas la sombra de un árbol,
el más grande y robusto;
lo ves y te dices tiene muchos años en los que ha adquirido sabiduría.

Te sientas bajo su sombra,
sientes esa brisa y tus pensamientos se aclaran,
subes a las ramas de ese árbol
y puedes ver lo que hay por delante
y descubres en ese momento el lugar al quieres realmente llegar.

Desciendes del árbol,
te sientes con nuevas energías
y respaldado por lo que ese árbol te ha enseñado.

Ahora conoces cual es tu destino,
conoces el propósito de tu viaje
te alistas para caminar nuevamente por ese sendero
ahora con una visión y un objetivo.

Buen viaje.

- Deseamos dar un agradecimiento especial a Margot Bartolomé por permitirnos usar esta hermosa acuarela.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Buscando Oro



Por Abner Huertas

¿Cuántos de nosotros nos hemos sentido que no tenemos valor en alguna ocasión? Considero que como yo también tú te has sentido en algún momento de esta manera. En cada uno de nosotros existe el deseo de ser apreciados y valorados; inconscientemente andamos buscando la compañía de que alguien nos haga sentir bien.  Te aseguro que cuando te has sentido sin valor siempre hay alguien, que quizá, con tan solo una palabra, una ayuda, o que te explique algo logra crear dentro de ti esa energía que te hace sentir valorado.

Desafortunadamente hemos sido entrenados de forma incorrecta y se nos ha enseñado a ver los puntos débiles  y negativos de los demás. A manera de experiencia personal quiero contarte lo que me sucedió en una ocasión: Soy un asesor de empresas, hace un par de años conocí a una persona, únicamente habíamos conversado por teléfono, en varias ocasiones pensé sobre ella que era una persona para nada inteligente y que no podría confiar en ella para una labor de asesoría.  El tiempo pasó y se llegó una ocasión en la que pude conocer a esta persona.  Para iniciar me dejó maravillado su carácter y profesionalismo, me di cuenta de mi grave error al haber juzgado solo por las apariencias. Posteriormente le ofrecí una disculpa por haberla subestimado y me enfoqué en ver lo mejor de ella.

Esta fue una lección fuerte en mi vida, me había dado cuenta de que en muchos años había conseguido desvalorar a las personas; pero cuando decidí intencionalmente ver el lado positivo, buscar el Oro dentro de ellas me cambió la vida, he encontrado gran riqueza en muchas y al mismo tiempo me he dado cuenta de lo que puedes aprender y crecer al buscar el Oro en ellas.

¿Cómo buscar el Oro den las personas?

Henry Kissinger un famoso político Alemán: “La tarea del líder es llevar a las personas de donde están hacia donde no han estado”, Buscar el Oro en las personas requiere un esfuerzo intencional de nuestra parte, requiere que tú y yo nos entrenemos cada día en hallar dentro de cada persona sus fortalezas, dones, eso que la hace única e invaluable y proponernos hacer que explote el potencial que tiene almacenado dentro. 

En esta época de tecnología el Facebook se ha vuelto un medio el cual puedes utilizar para buscar el Oro en tus amigos, me ha sucedido que veo un amigo que tiene un mensaje en su muro donde se hace evidente que está pasando por un mal momento; Tú y yo como personas que buscamos el Oro, podemos darles una llamada y escucharlos, ponerle un mensaje de aliento o simplemente un mensaje de texto, esto marca una diferencia en la vida de esa persona.

Déjame compartirte unas sugerencias que empleo para buscar el Oro en las personas:

1.      Conoce a las personas: Aprende de las personas, sus sueños, anhelos, quienes los influencian y en que esperan convertirse.
2.      Escucha a las personas: Sin lugar a duda es una de las cualidades más importantes que debemos adquirir. Hay un dicho que gusta mucho que dice: “Dios nos ha dado dos oídos para escuchar y tan solo una boca para hablar porque sabía que es más importante escuchar que hablar.”. Cuando aprendes a escuchar las personas te buscan porque saben que realmente las ayudarás.
3.      Enséñales lo que realmente son: Ayúdales a ver y apreciar su verdadero valor, a veces necesitamos que nos digan nuestras cualidades porque no podemos verlas por nosotros mismos.
4.      Ten fe en las personas: No puedes decirle a alguien que es grandioso si dentro de ti piensas que es inferior a ti. Debes creer en las personas, debes creer que tienen el potencial de ser mejores.
5.      Da palabras de aliento: Las palabras de afirmación, positivas siempre son de ayuda para los demás. Las palabras de aliento tienen el poder de hacerte subir o hacerte bajar, por ello ten cuidado con lo que les dices. Pero siempre recuerda que la persona a la que más influyes es a ti mismo, por eso tienes que decirte palabras de afirmación positivas primero a ti antes que a los demás.
6.      Se generoso con tu tiempo: Invierte tu tiempo en los demás ellos lo agradecerán.
7.      Empodera a las personas: Cuando las personas alcanzan su potencial, dales el poder a para que puedan continuar solos.  Imagina lo feliz que es un niño cuando su padre le quita las ruedas de entrenamiento a su bicicleta.

Para finalizar te quiero compartir una anécdota que leí en el libro “La culpa es de la vaca” la cual muestra la necesidad que hayamos especialistas entrenados en buscar el Oro en las personas, la cual resumo: “En una ocasión un alumno conversaba con su maestro, él le dijo que necesitaba ayuda con un problema. “Dicen que no soy nada, que soy poca cosa que no valgo nada” le comentó aquel joven al maestro,    el maestro se quitó un anillo del dedo y se lo dio al alumno. “Ve al mercado del pueblo y pide que te den una moneda de Oro por el anillo”. Aquel joven se fue con la moneda al pueblo, pero nadie le ofrecía más que dos o tres monedas de plata.  El joven regresó con su maestro triste, “No pude conseguir la moneda de Oro, solo me ofrecían tres monedas de plata”,  el maestro al escuchar al alumno le dijo “Ahora ve con el joyero y pregúntale cuánto te daría por el anillo”,  El alumno fue con el joyero,  el joyero al ver el anillo exclamó: “Si me lo das ahora mismo te doy 10 monedas de Oro.” Aquel alumno fue corriendo con su maestro a contarle.  El maestro escucho al alumno y al finalizar le dijo: “Tú eres una joya valiosa y única que solo puede ser valorada por un especialista.  ¿Pensabas que el mercado puede descubrir tu verdadero valor sin conocerte?”