lunes, 29 de junio de 2015

Tres lecciones que he aprendido a mis 36 años



-Por Abner Huertas






En la vida hay dos eventos que todos compartimos y compartiremos: todos nacimos y todos moriremos; lo que hay en medio de estos dos acontecimientos es lo que llamamos: vida. 

Nuestra vida está llena de momentos agradables, otros no. Algunos tendremos la dicha de vivir en un lugar de oportunidades, otros no. Algunos comparan la vida como una montaña rusa, en la que hay subidas y bajadas. Otros lo comparan como una cordillera, en donde hay momentos que nos sentimos en la cima de la montaña, pero también hay valles de desesperación en los que sentimos desfallecer. Ambas metáforas nos dan una idea clara de lo que es vivir: la vida es dinámica y no siempre nos dará lo que queremos.

A los 36 me siento satisfecho por muchas cosas que he logrado, pero también puedo decir que aún tengo muchas cosas más por hacer de las cuales espero tener vida para lograr, o al menos intentar alcanzarlas. He cometido infinidad de errores, de los cuales de muchos me arrepiento, de otros no. 

A los 36, sé que aún falta mucho por aprender, sé que mi ignorancia avanza más rápido de lo que aprendo. A pesar de que hoy soy más ignorante de lo que fui ayer, quiero aprender y saber más cada día; esto podría parecer negativo, al contrario, saber que cada día hay algo nuevo por aprender, da un impulso y sentido a vivir.

¿Qué lecciones nuevas he aprendido durante este año?, son varias, pero quiero compartir contigo tres lecciones que he aprendido a los 36 años.

Lección # 01: El principio que te da paz: La coherencia

Muchos hemos escuchado hablar sobre la coherencia. Sabemos que es actuar en consecuencia con lo que se dice, piensa y hace. La coherencia es un principio que no se puede eliminar si queremos tener paz mental, pero también puede ser difícil de desarrollar.

Una de las cosas por las que podemos llegar a sufrir,  por gusto, es por tratar de agradar a los demás, ceder nuestras decisiones a otros o hacer lo que otros quieren; éstas pueden llegar a desarrollar dentro de nosotros ansiedad o depresión, en donde el causante es la incoherencia. Muchas veces no estamos de acuerdo y actuamos opuesto a lo que sentimos, eso es incoherencia y nos da como resultado intranquilidad.

Cuando estamos en sincronía con todo nuestro ser, por dentro estaremos en calma. Mientras más actuamos de forma forzada por solo querer agradar  a los demás, o por aparentar algo que va en contra de lo que sentimos en nuestro interior, nos convertimos en un prisionero de nuestra propia mente. No sentiremos  paz.

La coherencia tampoco significa decir todo lo que pensamos, con eso podemos lastimar sin necesidad. Ser coherente es ser libre de ser quien somos sin tener la necesidad de agradar a los demás. La persona más importante con quien podemos de verdad estar en paz, es con nosotros mismos. Cuando sentimos que vamos a hacer algo pero nuestra mente dice otra cosa… tenemos dos decisiones, ser coherentes o incoherentes.

Lección # 02: La vida es como un rollo de papel…

Esta lección da risa por la connotación que tiene, pero encierra una gran verdad. “La vida es como un rollo de papel; mientras más se va aproximando al centro, más rápido siente uno que se acaba”

Recordemos cuando éramos niños, veíamos los años pasar con lentitud; decíamos frases como: “¿Cuándo se acabará el año?, ¡¿Hasta diciembre es navidad?!”, “¡Falta mucho para que sea adulto!”; mientras vamos creciendo estas frases van cambiando: “ni sentí cuándo terminó el año”, “¡¿Tan rápido llegué a esta edad?!“. Así es la vida, como un rollo de papel. Cuando menos lo sentimos nos estamos  aproximando al centro del rollo ¿Qué estamos haciendo con cada día de nuestra vida?

Cada año veo la importancia de aprovechar cada momento. No sabemos cuándo será el día o la hora en que hemos de dejar de existir. Imaginemos que hemos llegado a los noventa años de edad: ¿Sentimos  que nuestra vida ha valido la pena?, ¿Sentimos que hemos aprovechado cada momento de nuestra vida?, ¿Nos sentimos realizados?

Por eso, a mis 36 años quiero vivir y disfrutar cada momento. Mi forma de disfrutar la vida podrá ser diferente a la tuya. Encuentra la forma en la que disfrutes la vida antes que cada vez que le des una vuelta al rollo de papel sientas que estás dando las últimas vueltas.

Lección # 03: Soy el único responsable de mis emociones

¿Cuántas veces hemos culpado a alguien diciéndole que nos hizo enojar o nos hizo sentir tristes?, Hay situaciones en las que transferimos la responsabilidad de  nuestras emociones a otras personas, lo hacemos con expresiones como: “Solo tú me haces feliz”, “Tú hiciste que yo me sintiera mal”, entre otras. Es cierto, las palabras de los demás, y las nuestras, contribuyen a la manera en la que nos podemos sentir, sin embargo, la responsabilidad de cómo nos sentimos es nuestra. No de alguien más.

Somos nosotros los que permitimos sentirnos mal, somos nosotros los que decidimos ser felices. La felicidad externa es bonita, pero es mucho mejor la felicidad que decidimos tener. Como discurría antes, en la vida tendremos días malos, y aún en esos días somos dueños de nuestras emociones.

Una palabra hiriente, contribuye a que nos sintamos mal, pero el sentimiento es nuestro, por lo que la responsabilidad de manejarlo o de permitirle que continúe, también es nuestra. Culpar a otra persona por la manera que nosotros nos sentimos es una irresponsabilidad, porque lo que nace de nuestros corazones es de nuestra propiedad, no de esa persona.

Nuestras emociones son nuestras, así de simple.











lunes, 1 de junio de 2015

Tu legado digital



Por Abner Huertas


¿Alguna vez has buscado tu nombre en internet? Es un experimento interesante, intenta buscarte. Mucha de tu información de las diferentes redes sociales, correos, chats, entre otros, están guardadas y durarán por muchos años.

Hace casi dos años escribí un artículo llamado “Reputación en Línea”; en éste artículo relataba la historia de Darla quien escribió en su cuenta de Facebook y de Twitter un comentario racista. Hoy tuve la curiosidad de buscar a esta persona de nuevo, ¿Sabes? sus comentarios aún aparecen en internet, las respuestas que le dieron, su foto, e inclusive los conocidos “memes” que le hicieron, la respuesta de las empresas en las que había trabajado donde se desligaban de toda responsabilidad, todo esto todavía está en la red.

Hasta cierto punto esto es tenebroso. Cualquier cosa que “colguemos” en la red puede quedar grabado para siempre. Un comentario, aunque bien intencionado pero sea mal interpretado, puede volverse viral en cuestión de minutos. Quizá te has percatado de esto con los videos, alguien sube un video a una red social y en cuestión de minutos le da la vuelta al mundo, algunos con millones de visitas. 

El año pasado, 2014,  estuvo viral un video  llamado “El Gato Volador”; era de una persona que aparecía lanzando un pequeño gato por el aire, al igual que con el caso de Darla, tuve la curiosidad de ver si el video aún se encuentra en internet. Lo encontré en cuestión de un minuto, aparecía hasta dos veces, ambos videos  sumaban casi veinte mil vistas. Lo último que supe de esa persona fue que la despidieron de su trabajo. No sé que será de esa persona al día de hoy, lo que sí sé es que ese video lo podrían llegar a ver sus futuros empleadores e inclusive sus futuros hijos si lo llegan a buscar por internet.

Sin ir más lejos. Busque mi persona por internet. Encontré muchas cosas que ni recordaba, mi antiguo perfil de una red social que cayó en obsolescencia y algunas fotos. También, y me da pena, encontré comentarios que realicé hace años, algunos que ahora me pregunto por qué los hice, y bueno asimismo vi algunos comentarios con una falta de ortografía que ahora me daría mucha vergüenza.

Nuestra vida hoy en día está en internet, casi podríamos decir que depende de éste. ¿Podrías pasar un día sin internet? ¿Una semana?. El tipo de  privacidad que disfrutaron nuestros padres ya no existe, ahora nuestra vida está en la web casi a la vista de todos. Volvamos por un momento a la historia de Darla y del “Gato volador”. Quiero pensar que ambos se arrepintieron de lo que hicieron, pero por infortunio de la vida… internet no lo olvidará.

En varios artículos sobre el legado, incluyendo los que yo he escrito, se hace esta pregunta que nos invita a reflexionar: “¿Qué dirán de ti el día que mueras?”; pues bien, ahora esta pregunta tiene que cambiar ligeramente: “¿Qué dirán de ti cuando te busquen por internet?” en otras palabras: ¿Cuál es tu legado digital?

Créeme que no es muy difícil averiguar información de una persona por internet. En algunos casos será más sencillo que en otros, pero siempre se encuentra algo de información: fotos, comentarios, videos, inclusive mensajes que le has enviado a tus anteriores parejas, si tienes multas, etc. Todo está en internet. Con solo checar tu perfil en de las redes sociales, se puede saber si eres una persona coherente. He conocido casos de personas que en entrevistas de trabajo afirman que no beben alcohol, pero al buscarlas en internet aparecen con una botella de alcohol en sus manos. No digo que eso sea malo, solo digo que no hay coherencia.

También es cierto que ninguno de nosotros es perfecto. Cometemos errores, y alguno de esos quedan también guardados en internet, pero cuando se convierte en un constante almacenamiento de cosas negativas, tarde o temprano te afectará a ti o a tu descendencia. 

Imagina por un momento: lo que estás subiendo a internet el día de hoy, ¿Qué dirán tus hijos dentro de 10 o 20 años? ¿Se sentirán orgullosos?

El legado ya no solo es lo que construyes físicamente o moralmente para tus hijos o para los que te rodean. El legado ahora incluye una parte digital, porque internet no perdona. Tienes un Legado Digital.

Quiero dejarte con una pregunta: ¿Qué legado digital estás construyendo el día de hoy que valga la pena «googlear» el día de mañana?

iDeo ®
Derechos Reservado 2015

Imagen cortesía de FreeDigitalPhotos.net (Winnond)

Cinco leyes del acondicionamiento físico



Por Abner Huertas



En los últimos seis años he tenido la oportunidad de trabajar fuera del país; lo cual me ha dado uno de los mayores retos: hacer ejercicio; esto es algo que me gusta y en este tiempo he aprendido que sí se puede llevar una vida con ejercicio y comer bien.

Seamos sinceros, todos queremos los frutos del ejercicio y la buena alimentación, pero pocos están dispuestos a pagar el precio. He conocido muchas personas que me han dicho que quieren verse delgadas, atléticas o sencillamente sentirse bien con ellas mismas. Lo curioso es que saben cómo lograr el objetivo, pero no lo hacen.

En este artículo quiero conversar contigo sobre cinco leyes del acondicionamiento físico; mismas que he aprendido a lo largo de estos años. Sé que existen tentaciones en la comida, que uno quiere descansar en lugar de ir a un gimnasio, pero seamos sinceros queremos vernos mejor pero sin hacer nada. Al final de este artículo conocerás que, si quieres verte mejor, lo puedes lograr. 

Antes de iniciar ten presente que es bueno consultes a tu médico antes de iniciar una rutina de ejercicios o alguna dieta.

Ley #01 - Eres lo que comes

Así de sencillo, tú eres lo que comes; esto fue una de las primeras cosas que aprendí, y sé que tú lo sabes también, pero nos gusta que nos lo recuerden. Si pudiéramos cuantificar la importancia de lo que comemos, podría decirte que lo que comemos tiene un 80% de importancia, el resto es el ejercicio que tú haces.

Una de las primeras cosas que uno aprende es a comer. Sé que has escuchado que no existe dieta milagrosa, y te lo confirmo, no existe dieta milagrosa. ¿Qué es lo que mejor se adapta a ti?, esa pregunta te la responde mejor un nutricionista, pero si puedo decirte que puedes hacer mejores elecciones al comer: preferir carnes blancas a la parrilla, vegetales cocidos, panes integrales, disminuir el consumo de azúcar, etc. 

El mayor reto para el acondicionamiento físico es la comida. Cuida lo que comes.

Ley #02 - El sueño es importante

Es importante tener un buen descanso. Es en el sueño donde nuestro cuerpo se recupera, descansa nuestro cerebro y nuestras fuerzas se restablecen. En cualquier tipo de ejercicio que hagas siempre te dirán que debes descansar.

Juan Carlos Sierra en su estudio “Calidad Del Sueño En Estudiantes Universitarios: Importancia De La Higiene Del Sueño”, nos indica: La importancia de una buena calidad del sueño no solamente es fundamental como factor determinante de salud sino como elemento que propicia una buena calidad de vida. La calidad del sueño no se refiere únicamente al hecho de dormir bien durante la noche, sino que incluye también un buen funcionamiento diurno (un adecuado nivel de atención para realizar diferentes tareas).”

La privación de sueño tiene efectos negativos en nuestra vida, por eso siempre ten un buen descanso. Don Norman en su libro “The design of everyday things”, nos relata como la industria de la aviación reconoce la importancia del descanso. ¿Te subirías a un avión si sabes que el piloto no ha dormido durante 24 horas? Creo que la respuesta es «no», correrías muchos riesgos. Así mismo, cuando nos privamos del sueño corremos otros tipos de riesgos que afectarán nuestra salud.

Ley #03 - La disciplina supera la motivación

¿Quieres verte mejor? Haz deporte. ¿No te sientes motivado? Haz deporte. En mi libro “El crecimiento de un líder” comento sobre la importancia de la disciplina sobre la motivación. No siempre nos sentiremos motivados a querer hacer algo, somos seres humanos y habrá días en los que no tengamos el deseo de ejercitarnos, aún así, hazlo.

La disciplina va más allá de sentirme bien para querer hacer algo. La disciplina es la que genera el hábito. Si esperas a estar de humor para empezar, quizá te quedes sentado esperando a que llegue el humor. 

La solución es sencilla: ¿Quieres tener mejor acondicionamiento físico?, levántate y haz ejercicio, tengas o no tengas motivación.

Ley # 04 - Puedes ejercitarte dondequiera que estés

Esta ley es mi favorita. Casi siempre me dicen: “Pero es que no tengo gimnasio cerca”, “No tengo equipo”, “En el hotel al que voy no hay gimnasio”, así continúan. Recordemos esta frase: «Cuando quieres hacer algo, encontrarás la manera; de lo contrario encontrarás una excusa»

En mis viajes he tenido la oportunidad que haya gimnasio en muchos hoteles, pero han habido muchos donde no hay, ¿Qué hago en esos casos?, si la zona es tranquila, salgo a correr; si hay algún gimnasio cerca, pago la semana; de lo contrario llevo una cuerda para saltar y un equipo portátil y hago ejercicio dentro de la habitación; hay muchas rutinas que puedes hacer dentro del cuarto sin tener equipo.

Si en realidad quieres hacer ejercicio, encontrarás la manera de lograrlo.

Ley # 05 - Cuídate de la TV

En la televisión abundan las máquinas milagrosas: “Con solo 5 minutos al día, usted tendrá el cuerpo que siempre soñó”.

Lograr tus objetivos del acondicionamiento físico requiere disciplina y tiempo. Si has pasado décadas de descuido, no esperes lograr tu meta en poco tiempo. Sé disciplinado. Lo lograrás, pero tienes que empezar y continuar. Verse bien es un estilo de vida. 

Las ventas por televisión tienen claro una cosa: La mayoría de las personas que quieren verse mejor, lo quieren hacer sin esfuerzo. Cuántas personas compran estos productos para arrepentirse a los pocos días. 

Verte bien, requiere esfuerzo, disciplina, comer bien, dormir bien, entre otras cosas. 

En conclusión:

Somos lo que comemos, la comida es lo más importante que hay que cuidar. Un buen sueño nos ayuda a reparar nuestro cuerpo y mente. La disciplina, y no la motivación, es lo que te mantiene en camino. Te puedes ejercitar dondequiera que estés, si lo quieres hacer encontrarás la manera. Por último, recuerda que para verte bien es con disciplina y no con “equipo mágico”.


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