domingo, 25 de noviembre de 2012

Tú eres importante





Tú eres importante
“La autoestima es la reputación que adquirimos de nosotros mismos”. -Nathaniel Branden.-

¿Qué es la importancia? ¿Qué es saber que somos importantes?, ¿Te sientes importante?, ¿Eres importante?, una de las maravillas de la vida es que nos ha hecho diferentes, tú y yo estamos configurados de distinta manera, y es eso  precisamente lo que nos hace importantes a ti y a mi.

Permíteme preguntarte algo, ¿Te gustan que te hagan sentir importante?, créeme que sería extraña la persona que me dijera que no le gusta la hagan sentir importante.  

El sentirnos importantes es una de las necesidades básicas que buscamos satisfacer, además de buscar: la estabilidad, la variedad, el amor, el crecimiento personal y sembrar en los demás. Ahora permíteme nuevamente cuestionar, ¿Por qué consideras tú que hay veces que esperamos que los demás nos hagan sentir importantes?, ¿Por qué no sólo aceptamos que lo somos?.

El reconocer que somos importantes es algo que debe venir de adentro de nosotros, es estar contentos con quien somos, es aceptarnos con nuestros defectos y virtudes, pero sobretodo es saber que de alguna forma podemos trascender en la vida aplicando nuestros talentos en beneficio de la humanidad.

La importancia es un combustible que cuando es positivo nos hace sentirnos bien y con la fuerza de ser personas que marquen la diferencia en el lugar donde estemos, pero cuando es un combustible negativo se convierte en orgullo, presunción o soberbia.

Mi objetivo es que nos enfoquemos en cinco claves para que cuando tú termines esta lectura reconozcas que eres importante y por sobretodo que lo creas. Por eso dí Soy importante…

Soy importante por eso aprecio quién soy
“Sólo si me siento valioso por ser como soy, puedo aceptarme, puedo ser auténtico, puedo ser verdadero”-Jorge Bucay-

¿Te conoces a ti mismo?, ¿Conoces tus talentos?, como mencionábamos anteriormente, cada uno de nosotros somos un conjunto de cualidades diferentes, y eso nos hace importantes.

Estar seguro de lo que puedes hacer y de lo que no puedes hacer te da tranquilidad, la cual se traduce en seguridad. A veces tendemos a querer imitar a otras personas, deseando ser como ellas y nos olvidamos que nosotros tenemos nuestro propio conjunto de cualidades innatas que nos hacen únicos.

Las personas que me conocen más íntimamente saben que soy muy reservado, o como dirían algunos soy introvertido, y ¿Sabes qué? ¡Lo acepto!, soy muy introvertido, pero me encanta serlo, porque me ayuda a poder escribir lo que tanto me apasiona, en estos últimos años le he dado un nuevo enfoque a mi vida, en lugar de ver sólo mis debilidades (lo que no tengo) me enfoqué en apreciar mis talentos(lo que sí tengo).

Es indiferente cuántos defectos tengas, el primer paso para que te sientas importante es apreciarte quien eres, por todas las cualidades que tienes. Tú eres importante porque hay algo que puedes hacer mejor que el promedio.  

Un “secreto” para que aprendas a apreciar quien eres está en que aprendas a controlar a la persona con la que pasas todo el día, esa persona eres tú.  Zig Ziglar un reconocido motivador internacional nos recuerda lo importante que son las palabras que nosotros nos decimos, porque nosotros somos los que ejercemos mayor influencia en nuestras vidas.

“La persona de más influencia con la que hablaras todo el día eres tú. Ten cuidado entonces acerca de lo que dices a ti mismo”.-Zig Ziglar-

El punto central de esto es que estemos consientes que tenemos mucho que nos hace ser una persona importante, pero todo inicia  en aceptar y decirnos  cada día soy importante porque soy único. 




Soy importante por eso evito la aceptación de las personas
“Tú no deberías estar muy preocupado acerca de lo que los demás piensen de ti. A ti te debería de preocupar lo que piensas tú acerca de ti. Sí deseas crecer en la persona con el potencial que tiene , debes creer en ti.”-John C. Maxwell-

En mis observaciones me he percatado que uno de los enemigos que hacen que tú llegues a creer que no eres importante es el buscar siempre la aceptación de las personas; y la razón por la cual me he percatado de esto es porque yo he pasado por ello.

Hace algunos años, antes de iniciar con iDeo, me gustaba siempre agradar a los demás, por no decir a todos, y para serte sincero creo que no lo hacía muy bien, pero me preocupaba demasiado lo que los demás pensaran de mi, y por eso ponía mucho esfuerzo por tratar de agradarles. El tiempo pasó y me di cuenta que sólo lograba perder el enfoque real de mi vida.

Dime si no es cierto, pero cuando buscamos la aprobación de los demás llegamos a desgastar energía de forma innecesaria cuando podríamos aprovechar esa energía en las personas que son realmente relevantes para nosotros.

Con esto no digo que no debemos ayudar a los demás, sí debemos ayudar, pero para todo hay un límite, y son estos los que nos dicen cuando decir sí y cuando decir no. En el boletín de diciembre del año pasado, conversamos sobre la importancia de conocer nuestros límites, y es precisamente es en este tema de buscar la aprobación de los demás donde aparecen.

Mantener un límite personal bien establecido te permitirá conocer hasta qué punto el agradar a los demás te afectará; y esto lo lograrás al momento de que aceptes la importancia que tú tienes como persona.

Recuerda, es mucho más importante lo que pienses tú de ti, que lo que piensen los demás.

Soy importante por eso aprendo de la estupidez
“Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.”-Michel Eyquem de Montaigne -

¿Alguna vez has cometido alguna estupidez?, quisiera ver tu rostro ante esta pregunta, aunque sé que la respuesta es un rotundo sí. Todos hemos cometido estupideces en la vida, pero pocos han aprendido de las mismas. La importancia positiva que tienes de ti está directamente relacionada a la reacción que tengas hacia la estupidez.

En una ocasión a Juan, un orador reconocido por su amplio conocimiento en temas de liderazgo, le regalaron una pistola, como se encontraba de viaje dentro del mismo país la guardo dentro de su maleta de mano. A las pocas semanas tenía programado realizar un viaje internacional, así que por un momento pensó “Debo sacar el arma de esa maleta antes de salir de viaje”, pero simplemente se le olvidó.  El día del viaje se presentó al aeropuerto sin recordar que llevaba el arma en la maleta de mano. Pasó por migración y luego por los rayos X, al momento que puso su maleta en la cinta transportadora y vio que se detenían exactamente en su maleta, recordó que ahí llevaba el arma, inmediatamente exclamó “¡Hay un arma ahí!”, en ese instante llegó seguridad del aeropuerto y se lo llevaron.

Quizá tu podrías decir, que estupidez más grande, e inclusive Juan admite con sus propias palabras que ha sido la estupidez más grande de su vida, sin embargo, no es la estupidez cometida de lo que quiero nos centremos, sino de la enseñanza de la misma.

Muchos le reconocieron cuando se lo llevaron esposado, sin embargo, Juan actuó siempre con integridad, a pesar del problema en el que se encontraba no dudo por un momento de quién es él, siguió el procedimiento y al poco tiempo le permitieron salir. Durante un sermón que dio ante miles de personas públicamente admitió haber cometido una estupidez.

Cuando dejamos que nuestras estupideces en la vida afecten de forma negativa la percepción que tenemos de nosotros mismos es cuando realmente nuestro propio valor disminuye.

En medio de nuestras estupideces es cuando la importancia que tenemos de nosotros debe estar mas fuerte. Porque siempre cometeremos alguna estupidez en la vida, pero eso no es razón por la cual te sientas de menos.

Soy importante por eso agrego valor a los demás
“No juzgues tu día por cuanta cosecha lograste recoger; si no por cuanta semilla lograste sembrar.”-Anónimo-

Permíteme realizarte una pregunta, ¿Serías capaz de enseñarle a otra persona a hacer algo mejor que tú y que se lleve ella el crédito?, gran parte de las personas duda al responder a esta pregunta, porque como hemos dicho al inicio todos queremos sentirnos importantes y regularmente lo buscamos por la admiración de los demás. Pero cuando estamos dispuestos a ceder el crédito a alguien más por un logró o éxito, es cuando estamos más convencidos de la importancia que tenemos nosotros.

Pero adivina, antes de poder hacer sentir importante a otra persona primero debes sentirte importante tú. Agregar valor en los demás es buscar hacer sentir importante a otras personas de forma intencional, es ver lo bueno en ellas. Y en la medida en la que tú veas lo bueno en ti lo empezarás a hacer también en los demás.

Cada día siempre habrá alguien a quien podrás agregar valor, puede ser tan sólo con una palabra, una sonrisa, un gesto, en fin, hay tantas formas en las que podemos agregar valor.

Una de las características de los grandes líderes reconocidos es que su enfoque es el de servidumbre, antes de buscar fama buscan sembrar en la vida de los demás y tienden a aprender a creer en ellos.

Tú eres importante porque estás dispuesto a ser un sembrador antes que un cosechador. A pesar que siempre habrá una cosecha, tu enfoque estará en la siembra. Eres importante, siembra semillas de valor en los demás.


Soy importante por eso valgo un alto precio
¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios, purificará vuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo?-Hebreos 9:14-

Como personas de fe sé sabemos que somos importantes porque valemos un alto precio… el sacrificio de Jesús. Tan sólo piensa por un momento y  responde esto: ¿Estarías dispuesto a dar tu vida por la de otras personas?.

Cuando vemos el sacrificio que Él realizó no nos queda la menor duda que algo vio en nosotros. ¿Qué pudo haber visto en nosotros?, sin lugar a duda vio mucho más de lo que podemos percatarnos y eso te da la pauta que tú eres importante.

Si él vio la importancia que hay en ti, entonces cree que eres importante.

Escrito por Abner Huertas
Imagen cortesía de Stuart Miles y FreeDigitalPhotos.Net

lunes, 12 de noviembre de 2012

Invierte en tus fortalezas




Por Abner Huertas
En un seminario de liderazgo al que asistí hace ya algunos años, la persona que nos hablaba dijo algo que me dejó pensativo: “No desperdicies tiempo trabajando en tus áreas débiles, invierte tiempo trabajando en tus áreas fuertes”. Esas palabras hicieron eco en mi mente, ¿Estaré desperdiciando mi tiempo invirtiendo en mis áreas débiles? ¿Cuáles son mis áreas fuertes?

Para muchas personas es muy difícil reconocer en qué son buenos, pero sí saben para qué no lo son. El problema central es que cuando nosotros invertimos tiempo en nuestra zona de debilidad lo único que logramos es volvernos consistentemente malos en lo que no tenemos una fortaleza natural.

En cambio cuando invertimos tiempo en nuestras fortalezas logramos superar no sólo nuestras expectativas sino también las de las personas que nos rodean, y esto es porque estamos desarrollando un área en la que somos buenos.

Los buenos se vuelven excelentes cuando se desarrollan para lo que son buenos. Los malos se vuelven promedio y a veces mediocres cuando invierten tiempo en lo que no son buenos. Antes de continuar un paréntesis, cuando nos referimos a fortalezas y debilidades, hablamos sobre el talento que es aquello con lo que nacemos, el comportamiento y valores son una decisión personal.

Una de las mejores formas de descubrir nuestras fortalezas es por medio de las demás personas. Siempre habrá algo que hagas tan bien que los demás querrán que les enseñes. Ahora imagina si pudiéramos llevar al máximo eso que ya de por sí lo haces muy bien, nos encontraríamos frente a una persona que produce resultados inigualables.

¿Cómo desarrollar tus fortalezas?

Lo primero es cambiar el paradigma que nos han enseñado en la escuela: Mejora tus debilidades. Al menos en mi caso me decían que debía mejorar en las clases en las que no era bueno, y ¿por qué no enfocarme en lo que sí soy bueno y dar gracias a Dios que por lo menos pude ganar una clase donde soy malo?, en lo personal no soy muy bueno para los números pero sí lo soy con las palabras.

Segundo, invierte tiempo en conocerte. ¿Te conoces bien? Descubre por qué a veces actúas como lo haces, eres introvertido o extrovertido, te gusta aprender leyendo o escuchando, eres un consejero o tomador de decisiones, prefieres hablar o escuchar, en fin saber cómo eres te dará la pauta de las áreas que puedes invertir.

Tercero, aprecia tus fortalezas, busca formas de poder explotarlas. Comparte con las demás personas, siembra en ellas; tú eres una persona única, y tus fortalezas te hacen especial.

Cuarto, invierte tiempo en tus fortalezas. Eres bueno para escribir, ¡escribe!, eres bueno para cantar ¡canta!, eres buen emprendedor ¡emprende!, no temas ser excelente para lo que has sido llamado a ser excelente. A veces cometemos el error de pagar por cursos donde sabemos no somos buenos en lugar de pagar por cursos para mejorar en lo que somos buenos.  

Cuando operamos en nuestras debilidades nos volvemos personas promedio, nadie paga bien por el promedio. Pero si quieres estar por arriba del promedio es hora que inviertas en aquello para lo que eres bueno.  Recuerda la frase del inicio de Peter Drucker, debemos trabajar en una combinación con nuestras fortalezas y conocimiento propio. 

Es mi invitación que llegues a un conocimiento propio de tu persona, si no conoces tus fortalezas descúbrelas hoy e invierte tiempo en desarrollarlas.

Foto cortesía de freedigitalphotos.net de  Sujin Jetkasettakorn