viernes, 27 de julio de 2012

“Dueño de mis emociones”






Hoy seré dueño de mis emociones.
Si me siento deprimido, cantaré.
Si me siento triste, reiré.
Si me siento enfermo, redoblaré mi trabajo.
Si siento miedo, me lanzaré adelante.
Si me siento inferior, vestiré ropas nuevas.
Si me siento inseguro, levantaré la voz.
Si siento pobreza, pensaré en la riqueza futura.
Si me siento incompetente, recordaré éxitos del pasado.
Si me siento insignificante, recordaré mis metas.

Hoy seré dueño de mis emociones.

Si se apodera de mí la confianza excesiva, recordaré mis fracasos.
Si me siento inclinado a entregarme con exceso a la buena vida, recordaré hambres pasadas.
Si siento complacencia, recordaré a mis competidores.
Si disfruto de momentos de grandeza, recordaré momentos de vergüenza.
Si me siento todopoderoso, procuraré detener el viento.
Si alcanzo grandes riquezas, recordaré una boca hambrienta.
Si me siento orgulloso en exceso, recordaré un momento de debilidad.
Si pienso que mi habilidad no tiene igual, contemplaré las estrellas.

En definitiva, hoy seré dueño de mis emociones.
-OG MANDINO-

viernes, 20 de julio de 2012

Inteligencia Emocional




Alberto había estado trabajando con un compañero de la oficina durante varios días en un proyecto. Ambos estaban en un momento crítico por la entrega que debían realizar. Miguel, el compañero de Alberto, estaba explicando el funcionamiento de la solución, mientras Alberto estaba en su computadora únicamente escribiendo, sin escuchar a lo que decía Miguel. Alberto siempre había sido conocido por ser una persona que se exaltaba rápido, y hubo un momento en el cual Alberto levantó la vista y furioso comenzó a decir que todo lo que se estaba hablando no era correcto. Su furia llegó a tal punto que Miguel se retiró del grupo donde trabaja Alberto dejándolo solo con el proyecto. 

Como seres humanos somos emocionales, somos capaces de experimentar diferentes tipos de emociones. El diccionario define las emociones como la adaptación a ciertos estímulos ambientales y de uno mismo.

Estos estímulos provocan en nosotros reacciones, que de no ser controladas pueden desencadenar problemas tanto laborales, familiares y entre amistades. ¿Qué hubiese pasado si Alberto hubiera controlado sus emociones?, la historia nos relata que él sólo se enfureció, sin siquiera tomar el tiempo de preguntar el porqué se estaba hablando de lo que conversaba en ese instante.

Las emociones pueden ser como un combustible que nos pueden hacer sentir realizados, o pueden ser como un carro que está sobre una pista de hielo que corre sin poder ser detenido y ocasionar un accidente.

Y dado que las emociones son parte de nuestra vida, que pueden construir y destruir, es importante el saber como controlarlas, y acá es donde la inteligencia emocional hace su aparición.

La inteligencia emocional es la habilidad de manejarnos a nosotros y a nuestras relaciones con otros, de tal forma que podamos realmente vivir nuestras emociones.

Alguna vez has dicho, “El día de hoy haré lo mejor en mi trabajo”, te levantas con la intención de que tu día sea un éxito. Pero al salir de tu casa vas manejando y alguien se te atraviesa, o recibes una llamada para nada grata, y esto hace que se desencadenen una serie de emociones dentro de ti que hacen que no vivas la intención que tenías cuando te levantaste. ¿Por qué a veces no hacemos lo que decimos?, sino que algo “sucede” que hace cambiar nuestras intenciones y estas son nuestras emociones, porque nuestro comportamiento está directamente relacionado con lo que sentimos.

Cuando permites que las emociones tomen el control de tu vida, le estás dejando que secuestren tu comportamiento, haciéndote actuar totalmente contrario a la intención que tenías en un inicio.

“Yo tenía la intención de hacer algo por esa persona pero después de lo que me hizo”, esta expresión peculiar, denota claramente que una emoción se interpuso en el camino, evitando que se cumpliera la intención que se tenía de ayudar a esa persona.

Una emoción poderosa que secuestra nuestra intención de realizarnos en la vida es el temor. Esta emoción nos paraliza y en lugar de ayudarnos a construir ayuda a destruir sueños y anhelos, altera nuestra percepción de la realidad. Todos tenemos temor, pero para muchos se vuelve una pared que los detiene.

Las emociones alteran nuestras percepciones

Como mencionamos con el temor, este altera nuestra percepción de la realidad. Lo mismo sucede con todas las emociones que circundan a nuestro alrededor. Cuando nos enamoramos nuestra percepción se ve alterada por el deseo de querer ver sólo lo bueno, dejando por un lado los aspectos negativos de la otra persona. Cuando nos enojamos, nuestra percepción se altera de muchas formas, desde la autojustificación hasta engrandecer los errores de otra persona cuando quizá no fueron tan graves. O como cuando nos sentimos frustrados, y nuestra percepción de nosotros mismos se ve minimizada por el sentimiento que podemos valer menos.

Esta alteración de la realidad es como un espejismo que modifica nuestro camino, haciéndonos creer que hay algo que en realidad es inexistente.
¿Cómo están compuestas las emociones?

Habitualmente hay tres formas en las cuales se pueden componer: una cognitiva, una fisiológica y otra de comportamiento.

Imagina que conoces a alguien que está feliz con su trabajo, le encanta su puesto, es más es una persona responsable y muy eficiente. Sus jefes están muy contentos que deciden promoverlo. Pero al pasar el tiempo se dan cuenta que ya no es la misma persona eficiente, ya no está contenta con su trabajo. ¿Por qué?, lo que los jefes no sabían es que al cambiarlo de puesto agregaban otra carga emocional a esta persona, a quien le agradaba su trabajo porque le brindaba la opción de pasar más tiempo con su familia, pero al verse con menos libertad quitaba tiempo a lo que tanto quería y por eso comenzaba a ser ineficiente. Esto lo que provocó fue un cambio en el patrón de pensamiento, y este es el componente cognitivo.

Ahora imagina que vas por un camino oscuro, de pronto comienzas a escuchar ruidos como si alguien te viniese siguiendo. Tu corazón comienza a palpitar y a sentir temor, esa emoción hace que tu cuerpo tenga una reacción fisiológica ante esta emoción.

Imagina que estás en un restaurante, estás pasando un momento agradable con tus amistades o familia. Solicitas la cuenta con una sonrisa, pero al momento de recibir la cuenta, te percatas que te están cobrando de más y te dicen que eso fue lo que consumiste. Tus emociones afloran y de ser esa persona que estaba alegre te conviertes en otra persona enojada que llega al punto de gritar al mesero. Acá es un ejemplo de cómo puede afectar una emoción nuestro comportamiento.

Al mezclar estos componentes, tienes una idea clara de cómo te puede afectar una emoción, lo importante no es eliminar las emociones, sino poder dominarlas, y no hay mejor forma que cambiando nuestros patrones de pensamiento.

Si cambiamos lo que pensamos podremos influir en nuestra inteligencia emocional

Como conversamos en el boletín anterior, somos lo que pensamos y nuestros pensamientos afectan nuestra inteligencia emocional.
Sería mentir decir que podremos controlar al 100% nuestras emociones, pero podemos modular como reaccionamos.

Las emociones pueden ser un combustible poderoso si sabemos como utilizarlas. Conocer como reaccionamos ante nuestras emociones es el primer paso para dominarnos a nosotros.

El factor principal para dominar las emociones está en evitar suponer los sentimientos de los demás. Tendemos a interpretar de acuerdo con nuestra propia perspectiva sin antes buscar comprender primero a la otra persona; en otras palabras debemos desarrollar la empatía.
Conclusión

 Comprender que somos criaturas emocionales nos ayudará a incrementar esta inteligencia al ver las reacciones de los demás. Pero para lograrlo debemos cambiar nuestros patrones de pensamiento. 

Eliminar las suposiciones y ampliar nuestra perspectiva de las cosas nos ayudará a tener una visión más clara del porqué las reacciones de los demás.

Desarrollar la inteligencia emocional te ayudará a vivir realmente tus intenciones que están encaminadas a tu propósito en la vida.

Escrito por: Abner Huertas
Basado en el libro “EQ For a Change”
Autor: Adele Lynn

domingo, 15 de julio de 2012

El arte de preguntar




Alguna vez te has preguntado, ¿Por qué a veces no encontramos soluciones a los problemas laborales, familiares, entre amigos? y el ¿por qué en las reuniones es muy difícil llegar a un acuerdo cuando todos responden de forma diferente a lo que se está planteando?

Vivimos en una sociedad, donde culturalmente, estamos programados para comunicarnos típicamente hablando, pero olvidamos la importancia que tiene el hecho de saber escuchar.

El saber escuchar requiere de un conjunto de habilidades, tales como: empatía e intencionalidad para conectarse con la otra persona, pero hay una habilidad que dejamos por un lado, y quizá, no sabíamos que existe, y ésta es “El arte de realizar preguntas”

El diccionario define un arte como una virtud o habilidad para realizar algo. Muchos al pensar en el arte, piensan inmediatamente en pintura, danza, poemas, entre otros, pero el arte de realizar preguntas es una habilidad que puede desarrollarse, y aprender a realizar las preguntas correctas es un arte que vale la pena aprender.

Realizar las preguntas correctas dará como resultado escuchar una respuesta correcta, realizar una pregunta correcta también desatará como resultado pensar de forma diferente, con lo cual se podrán encontrar soluciones a los diferentes problemas a los cuales nos hemos enfrentado.

En una ocasión, escuchaba una entrevista realizada a Seth Godin, uno de los especialistas en mercadeo más reconocidos en los Estados Unidos, en la entrevista se conversaba sobre el liderazgo del futuro y en el porqué muchas personas no se desarrollan correctamente en la organización y en la vida.

Como vimos en el boletín anterior, los resultados de nuestras acciones dependen directamente de los pensamientos que tenemos. Y los pensamientos tienen una fuente principal, las preguntas que nos podemos realizar a nosotros.

Existe una gran diferencia entre preguntarnos: ¿Qué hace la empresa por mí? A preguntarnos ¿Cómo puedo mejorar mi ambiente de trabajo? De las preguntas que realizamos dependerá la serie de pensamientos que vendrán posteriormente.

¿Por qué no realizamos mejores preguntas?

Nuestra sociedad nos ha acostumbrado a que siempre debemos tener una respuesta para todo, y evitamos el realizar preguntas que quizá puedan desenterrar algo que podría mejorar alguna situación en particular.

Algunas de las grandes empresas han nacido porque alguien se preguntó algo, que en ese entonces nadie había pensado, como ejemplo podemos hablar de Ray Kroc.  

En la época de Ray Kroc, cuando uno quería comer una hamburguesa tenía que ir a buscar, e inclusive con dificultad, algún lugar donde las vendieran, así que él se realizó la siguiente pregunta: ¿Dónde puedo conseguir una buena hamburguesa en el camino?, y esta pregunta fue la que desencadenó dentro de su mente una serie de pensamientos, los cuales lo llevaron a comprarle a los Hermanos McDonald su negocio y formar el imperio que ahora conocemos.

Watson y Krick, quienes fueron los descubridores de la doble hélice del ADN, se preguntaron ¿Cómo luciría el ADN en tres dimensiones?, y al igual que a Ray Kroc una simple pregunta desencadenó una serie de pensamientos que los llevaron a dibujar la doble hélice.


¿Qué hace que una pregunta sea poderosa?
Todos sabemos preguntar, pero pocas personas saben realizar preguntas poderosas. Una pregunta poderosa es aquella que nos lleva a indagar en lo más profundo de nosotros; que nos lleva a pensar fuera de nuestra zona de comodidad y fuera de los límites de nuestros paradigmas actuales.

Las preguntas poderosas, nos retan a cambiar nuestros patrones de pensamiento para hacernos realmente pensar. Por ello, una pregunta poderosa es capaz de:
  • Generar curiosidad
  • Estimular otro nivel de conversación
  • Provocar un pensamiento profundo
  • Eliminar las suposiciones que hacemos
  • Tocar sentimientos
  • Evocar más preguntas
Imagina por un momento que estás con tu pareja y quieren mejorar la relación actual, analiza las siguientes preguntas y ve qué impacto puede tener en cada una, el objetivo de todas es el mismo, mejorar nuestra situación actual.
  • ¿Estás contento(a) con la situación actual de nuestra relación?
  • ¿Dónde consideras que debiéramos estar en nuestra relación
  • ¿Qué creerías que es lo que le hace falta a nuestra relación actual para que sea mejor?
  • ¿Cómo podríamos los dos mejorar para que tenga un impacto en nuestra relación actual?
  • ¿Por qué consideras que necesitamos realizar acciones para mejorar nuestra relación actual?
Este juego de preguntas generarán pensamientos positivos que nos pueden llevar a encontrar diferentes soluciones para mejorar la relación.

¿Cómo afectan nuestras preguntas a nuestro desenvolvimiento?

Si hay algo que cada uno de nosotros no podemos detener, es pensar continuamente. Lo que podemos hacer es de una forma, controlar esos pensamientos. Y una forma de lograrlo es realizándonos las preguntas correctas.

Hay días en los que podemos preguntarnos, ¿Será que hoy si se solucionará el problema de la oficina?, o ¿Cuándo se va a terminar mi sufrimiento?, estas preguntas traen como consecuencia pensamientos nocivos para nosotros y tan solo logran mantenernos en un ciclo de negatividad. Todos tenemos problemas, pero si en lugar de preguntarnos eso, nos preguntáramos: 
  • ¿Qué acciones puedo tomar para que este sufrimiento se termine?
  • ¿Con quienes puedo conversar para que me den recomendaciones de como puedo solucionar estos problemas y eliminar este sufrimiento?
  • ¿Por qué me estoy permitiendo que estos problemas me hagan sufrir?
Las preguntas poderosas te harán ver de diferente forma una misma situación, el poder de la respuesta es tan poderosa como lo sea la pregunta.

Recuerda la frase de Einstein, lo más importante no es la respuesta, sino la pregunta. 

¿Cómo hacemos una pregunta poderosa?

Observa la pirámide de preguntas por un momento, la base son las preguntas “menos” poderosas, a medida que escalas es como se puede ir haciendo una pregunta poderosa. Preguntas que inician como ¿Cuál? o que se sabe que la respuesta es sí o no, son preguntas cerradas que no dan espacio a pensar.

Pero en la medida en la que tus preguntas van adquiriendo poder, vas formándolas con: ¿Quién?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? Hasta llegar a las preguntas más poderosas que inician con un ¿Por qué?

En la página 6 de este boletín, te presentamos diez preguntas poderosas para que puedas analizar tu situación actual en la vida.

En conclusión podemos decir que de la calidad de tus preguntas dependerá la calidad de tus respuestas, y de estas respuestas dependerá el rumbo de tu vida.

Escrito por Abner Huertas
Basado en el artículo “The Art of Powerful Questions”