Por Abner Huertas
Todos vamos a morir, eso es un hecho, y quizá es de la única cosa de la que podemos llegar a tener certeza en la vida. En algún momento nuestro existir cesará y lo único que quedará es un vago recuerdo en las generaciones que vienen después de nosotros, y es altamente probable que nuestro recuerdo en las mentes de los que estén con vida también llegue a su fin. La vida no terminará, tan sólo nuestro ser.
Todo ser humano tiene muchos miedos, que en muchos casos son infundados, el temor al rechazo, el temor al fracaso, el temor a iniciar algo nuevo; sé que tú podrías nombrar muchos temores de los cuales has sufrido o has visto en la vida de otras personas, y justamente el temor a morir es uno al que usualmente queremos ignorar, pero realmente estar consciente de que algún día moriremos nos puede traer grandes beneficios aunque no sepamos el cómo ni el dónde.
Estar consciente de que algún día vamos a morir, nos hace pensar en lo absurdo que son muchos de nuestros miedos, ‘no le digo nada porque me va a decir que no’, ‘mejor no intento mi empresa porque todos fracasan’, y así vamos creando excusas para evitar vivir, pero rara vez nos detenemos a pensar en qué pasará por nuestra mente el instante en que nuestra existencia se esté yendo de nuestro cuerpo.
Quiero por un momento llevarte a un experimento del pensamiento. Imagina por un instante que en el lugar donde te encuentras estás en tu últimos dos minutos con vida, sabes que ya vas a morir, ¿Qué pensamientos vienen a tu mente?, ¿Te sientes realizado por lo que has hecho hasta ese momento?, ¿Has visitado a quienes querías?, ¿Has dicho te quiero o te amo a quienes quieres decirlo?, ¿Le debes perdón a alguien?, saber que en cualquier momento vamos morir, nos da la libertad de ser la persona que podemos ser, y nos permite buscar vivir en la manera de lo posible, con paz interior.
Tener la plena consciencia de que vamos a morir, nos hace pensar en que estamos llenos de tonteras que no nos dejan crecer. Tener la plena consciencia de que vamos a morir nos hace decir: ¡Realmente no tengo nada que perder!. Tener la plena consciencia de que vamos a morir nos da la responsabilidad de llevar una vida bien vivida, trabajando en dejar algo para que quienes vienen detrás de nosotros se beneficien.
¿Qué quieres que digan tus hijos el día que te estén enterrando?, ¿Qué quieres que digan los periódicos?, intenta escribirlo, te garantizo que tu percepción de la forma de vivir cambiará, porque viviremos acorde a nuestros principios para que eso pueda ser una realidad.
El tiempo sigue su caminar inquebrantable, el tiempo es intolerante con aquellos que su sentido, propósito y metas dejan por un lado, porque el tiempo nos lleva siempre a un fin que sabemos pero deseamos ignorar, algo para lo cual quizá nunca estaremos preparados y que sinceramente quisiéramos no atravesar, la muerte; pero si podemos llegar a enfrentarla con un corazón fortalecido de que hemos vivido bien, y que dejamos algo en este mundo que nos dio el privilegio de experimentar que vivir es increíble.
Todos vamos a morir, eso es un hecho, pero también ten presente que si tú fuiste capaz de ganar la maratón de la vida, siendo el vencedor de casi un millón de posibles personas que podrían estar ocupando tu lugar, entonces… ya eres un vencedor, esfuérzate y vive increíblemente.
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