Por Abner Huertas
¿Alguna vez has deseado tirar la toalla?, en otras palabras, ¿Cuántas veces has tenido el deseo de hacer algo, lo empiezas y llega un momento en el que gritas ¡ya no quiero seguir!?. Si tú te lo has dicho alguna vez, no estás solo.
De hecho, creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos deseado dejar tirado algo que hemos empezado, puede ser desde tu carrera universitaria, un proyecto, ganarte la amistad de alguien o en tu crecimiento personal. ¿Y sabes?, El problema no es sentir el deseo de tirar la toalla, o hacerlo cuando realmente se debe hacer (realmente hay situaciones donde si se debe tirar); el problema es cuando estás a punto de lograr alcanzar tu objetivo y tiras la toalla; como si estuvieras en un cuarto oscuro donde tienes que encontrar la salida para obtener un premio, pero de pronto dices ‘ya no más’ y abandonas, para que cuando enciendan la luz te das cuenta de que estabas a tan sólo un paso de ganar.
No podemos evitar sentirnos desanimados, pero sí podemos cambiar la forma en la que nos sentimos y eso nos dará nuevas fuerzas para seguir. En mi caso han habido infinidad de veces en las que he dicho “¿Para qué seguir escribiendo?”, pero luego me doy cuenta de lo mucho que disfruto haciéndolo y al momento en el que vuelo a tomar la computadora para escribir todas mis razones para tirar la toalla se esfuman.
Muchas personas famosas como Bill Gates, Tomás Alba Edison, Steve Jobs, por nombrar a algunos, en algún momento de su vida quisieron tirar la toalla, por eso en esos momentos en los que sentimos los ánimos por los suelos hay una habilidad que nos puede ayudar a seguir adelante, no es una motivación adicional, aunque ayuda, ni tampoco es algo místico, sencillamente es ser disciplinado.
Ser disciplinado es hacer algo que sé que debo hacer aunque no tenga el ánimo para hacerlo; ser disciplinado es perseverar aunque no vea las cosas claras por el momento; ser disciplinado es precisamente forzarme a continuar aunque mi mente diga que “no tiene ganas” o “me siento desanimado”.
Así que si tú me preguntaras, ¿Qué puedo hacer en esos momentos en los que quiero tirar la toalla?, lo que puedo decirte es se disciplinado. Algo que podría ayudar es preguntarse: ¿De quién es este desanimo?, definitivamente no es del vecino, es nuestro, y si es nuestro ¿Qué podemos hacer con éste?, ya que este sentimiento es de nuestra propiedad tendrá que de alguna forma sujetarse a nosotros.
Siempre habrá un momento en la vida en que vas a querer dejarlo todo tirado, y es en esos momentos en los que necesitamos ser más disciplinados, porque la disciplina es la clave para alcanzar nuestras metas.
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