sábado, 29 de noviembre de 2014

¿Has querido tirar la toalla?



Por Abner Huertas






¿Alguna vez has deseado tirar la toalla?, en otras palabras, ¿Cuántas veces has tenido el deseo de hacer algo, lo empiezas y llega un momento en el que gritas ¡ya no quiero seguir!?. Si tú te lo has dicho alguna vez, no estás solo.

De hecho, creo que todos en algún momento de nuestra vida hemos deseado dejar tirado algo que hemos empezado, puede ser desde tu carrera universitaria, un proyecto, ganarte la amistad de alguien o en tu crecimiento personal. ¿Y sabes?, El problema no es sentir el deseo de tirar la toalla, o hacerlo cuando realmente se debe hacer (realmente hay situaciones donde si se debe tirar); el problema es cuando estás a punto de lograr alcanzar tu objetivo y tiras la toalla; como si estuvieras en un cuarto oscuro donde tienes que encontrar la salida para obtener un premio, pero de pronto dices ‘ya no más’ y abandonas, para que cuando enciendan la luz te das cuenta de que estabas a tan sólo un paso de ganar.

No podemos evitar sentirnos desanimados, pero sí podemos cambiar la forma en la que nos sentimos y eso nos dará nuevas fuerzas para seguir. En mi caso han habido infinidad de veces en las que he dicho “¿Para qué seguir escribiendo?”, pero luego me doy cuenta de lo mucho que disfruto haciéndolo y al momento en el que vuelo a tomar la computadora para escribir todas mis razones para tirar la toalla se esfuman.

Muchas personas famosas como Bill Gates, Tomás Alba Edison, Steve Jobs, por nombrar a algunos, en algún momento de su vida quisieron tirar la toalla, por eso en esos momentos en los que sentimos los ánimos por los suelos hay una habilidad que nos puede ayudar a seguir adelante, no es una motivación adicional, aunque ayuda, ni tampoco es algo místico, sencillamente es ser disciplinado.

Ser disciplinado es hacer algo que sé que debo hacer aunque no tenga el ánimo para hacerlo; ser disciplinado es perseverar aunque no vea las cosas claras por el momento; ser disciplinado es precisamente forzarme a continuar aunque mi mente diga que “no tiene ganas” o “me siento desanimado”.

Así que si tú me preguntaras, ¿Qué puedo hacer en esos momentos en los que quiero tirar la toalla?, lo que puedo decirte es se disciplinado.  Algo que podría ayudar es preguntarse: ¿De quién es este desanimo?, definitivamente no es del vecino, es nuestro, y si es nuestro ¿Qué podemos hacer con éste?, ya que este sentimiento es de nuestra propiedad tendrá que de alguna forma sujetarse a nosotros.

Siempre habrá un momento en la vida en que vas a querer dejarlo todo tirado, y es en esos momentos en los que necesitamos ser más disciplinados, porque la disciplina es la clave para alcanzar nuestras metas.


Imagen cortesía de freedigitalphotos.net y Keerati

Crea tu momento



Por Abner Huertas




Una de las capacidades que tenemos los seres humanos es la de crear. Todos somos creativos en alguna área, aunque cuando hablamos de creatividad normalmente se piense en música o en arte. 

A lo largo de la historia, podemos ver cómo el ser humano ha ido evolucionando socialmente, en 1995 nadie hubiera pensado que algún día todos estaríamos conectados por una gran red, pero inventamos la internet. Como en el año 1800 nadie se hubiese imaginado que tendríamos vehículos motorizados, pero hubo alguien que se atrevió a crear algo nuevo desplazando al caballo.

Bueno, posiblemente te estés preguntando: ¿A qué viene todo esto?, bueno, todos somos creativos como te comentaba al inicio, eso quiere decir que tú tienes la capacidad de crear, y no sólo objetos inanimados, sino también tienes la capacidad de crear tu propia realidad y también tienes la capacidad de poder crear la forma en la cual te quieres sentir emocionalmente.

La creatividad nos ayuda a vivir los momentos más difíciles de nuestra vida. La creatividad nos ayudó de niños a jugar cuando no había alguien alrededor nuestro creando momentos inolvidables de ensueño. En otras palabras tenemos la capacidad de crear la forma en la que nos queremos sentir en el momento.

De acuerdo con Irvin Yalom en su libro sobre Existencialismo, cada uno de nosotros tenemos la capacidad de crear la forma en la que queremos sentirnos, sí y sólo sí, primero asumimos la responsabilidad sobre nuestro ser, especialmente sobre nuestras emociones.

En una ocasión alguien decía que siempre se sentía triste inconscientemente, no sabía porque se sentía de esa manera, alguien le preguntó: ¿De quién es esa tristeza inconsciente?, ¿Quién es su dueño?, a lo que la persona no supo que responder, hasta que después de unos minutos se dio cuenta de que ella es la dueña de esa tristeza inconsciente, por lo que al poco tiempo se dio cuenta de que es ella quien ha estado creando ese sentimiento de tristeza, y si ha podido crear ese sentimiento, ¿Por qué no crear sentimientos de alegría?

 Hay muchos problemas que  están fuera de nuestro control, no sabemos cómo otras personas se comportarán o cómo estará el clima o si nos irá bien en una negociación; ninguna de estas situaciones  las podemos elegir porque están fuera de nuestro alcance,  pero sí podemos crear la forma en la que queremos sentirnos porque eso está dentro de nuestro alcance.

Una de las razones por las cuales muchas veces creamos sentimientos negativos como de tristeza, ansiedad, enojos, entre otros, es cuando damos interpretaciones erróneas a lo que a ocurre a nuestro alrededor. Por ejemplo,  vemos a alguien hablando y rápido pensamos que es sobre nosotros y le agregamos que son cosas negativas, ahí creamos un sentimiento que daña nuestro momento. Muchos sentimientos negativos son creados por falsas  interpretaciones que damos a nuestro entorno.

Para finalizar, tú tienes el control de tus sentimientos, son tuyos y de nadie más. Los sentimientos negativos sin fundamento son creación nuestra, y si nosotros tenemos la capacidad de crearlos también tenemos la capacidad de hacerlos a un lado de crear momentos de alegría.


Tú tienes la capacidad de crear tu momento.

Imagen cortesía de freedigitalphotos y stockimages

domingo, 2 de noviembre de 2014

Lo que tú puedes ser



Por Abner Huertas


No sé si a ti alguna vez te dijeron: “Tú puedes ser lo que quieras en la vida.”, A mí me lo dijeron, pero ¿Será realmente cierto?, ¿Realmente podemos ser lo que nosotros queramos?.

En lo personal creo que la respuesta es ‘no’, “espera un momento, ¿Me estás diciendo que no puedo ser cualquier cosa  que yo quiera en la vida?”, me preguntarías, y te respondería que así es, no puedes ser cualquier cosa… pero la palabra clave es cualquier cosa.

Yo quisiera, es más, anhelo poder ser un cantante de opera, pero infortunadamente no tengo el don para cantar. En un tiempo quise ser cinta negra en karate, pero mis habilidades motrices son para otro tipo de deportes. Entonces, ¿qué es lo que puedes ser?, Tú puedes ser y debes ser quien puedes ser.

Sé que lo anterior se escucha como un trabalenguas, pero la verdad es que cada uno de nosotros puede hacer muy pocas cosas bien. Algo que he aprendido es a enfocarme en lo que sí puedo hacer bien para poder hacerlo con excelencia, y todo aquello que hago mal, pues hago el intento para ser quizá un promedio en eso.

En el libro “Ahora encuentre sus fortalezas” el autor nos hace la invitación siguiente: ‘Invierte en tus zonas de fortaleza y no en tus zonas débiles’, tú eres muy bueno para hacer muchas cosas, pero si las comparamos con las que no eres, o mejor dicho, con las que no somos buenos, creo que sería una diferencia abismal.

Muchas personas pasan años tratando de ser alguien quien saben que no pueden ser, lo único que se logra con esto es literalmente perder el tiempo, aunque sí puedes tener experiencias que posteriormente te podrán servir, pero se aprovecha más el tiempo cuando uno sabe se desarrolla en lo que uno es realmente bueno.


Por ello, mi invitación es a que busques desarrollarte en lo que eres realmente bueno, eso lo hace a uno estar por arriba del promedio, y créeme la gente no paga por promedio. Quizá tu no puedas ser muchas cosas, pero sí hay algo que tú puedes hacer muy bien, como lo diría Stephen Hakwin: “Siempre hay algo que tú puedes hacer en la vida y hacerlo con excelencia.”

Foto cortesía de freedigitaphotos.net y stockimages

Todos vamos a morir



Por Abner Huertas



Todos vamos a morir, eso es un hecho, y quizá es de la única cosa de la que podemos llegar a tener certeza en la vida. En algún momento nuestro existir cesará y lo único que quedará es un vago recuerdo en las generaciones que vienen después de nosotros, y es altamente probable que nuestro recuerdo en las mentes de los que estén con vida también llegue a su fin. La vida no terminará, tan sólo nuestro ser.

Todo ser humano tiene muchos miedos, que en muchos casos son infundados, el temor al rechazo, el temor al fracaso, el temor a iniciar algo nuevo; sé que tú podrías nombrar muchos temores de los cuales has sufrido o has visto en la vida de otras personas, y justamente el temor a morir es uno al que usualmente queremos ignorar, pero realmente estar consciente de que algún día moriremos nos puede traer grandes beneficios aunque no sepamos el cómo ni el dónde.

Estar consciente de que algún día vamos a morir, nos hace pensar en lo absurdo que son muchos de nuestros miedos, ‘no le digo nada porque me va a decir que no’, ‘mejor no intento mi empresa porque todos fracasan’, y así vamos creando excusas para evitar vivir, pero rara vez nos detenemos a pensar en qué pasará por nuestra mente el instante en que nuestra existencia se esté yendo de nuestro cuerpo.

Quiero por un momento llevarte a un experimento del pensamiento. Imagina por un instante que en el lugar donde te encuentras estás en tu últimos dos minutos con vida, sabes que ya vas a morir, ¿Qué pensamientos vienen a tu mente?, ¿Te sientes realizado por lo que has hecho hasta ese momento?, ¿Has visitado a quienes querías?, ¿Has dicho te quiero o te amo a quienes quieres decirlo?, ¿Le debes perdón a alguien?, saber que en cualquier momento vamos morir, nos da la libertad de ser la persona que podemos ser, y nos permite buscar vivir en la manera de lo posible, con paz interior.

Tener la plena consciencia de que vamos a morir, nos hace pensar en que estamos llenos de tonteras que no nos dejan crecer. Tener la plena consciencia de que vamos a morir nos hace decir: ¡Realmente no tengo nada que perder!. Tener la plena consciencia de que vamos a morir nos da la responsabilidad de llevar una vida bien vivida, trabajando en dejar algo para que quienes vienen detrás de nosotros se beneficien.

¿Qué quieres que digan tus hijos el día que te estén enterrando?, ¿Qué quieres que digan los periódicos?, intenta escribirlo, te garantizo que tu percepción de la forma de vivir cambiará, porque viviremos acorde a nuestros principios para que eso pueda ser una realidad.

El tiempo sigue su caminar inquebrantable, el tiempo es intolerante con aquellos que su sentido, propósito y metas dejan por un lado, porque el tiempo nos lleva siempre a un fin que sabemos pero deseamos ignorar, algo para lo cual quizá nunca estaremos preparados y que sinceramente quisiéramos no atravesar, la muerte; pero si podemos llegar a enfrentarla con un corazón fortalecido de que hemos vivido bien, y que dejamos algo en este mundo que nos dio el privilegio de experimentar que vivir es increíble.


Todos vamos a morir, eso es un hecho, pero también ten presente que si tú fuiste capaz de ganar la maratón de la vida, siendo el vencedor de casi un millón de posibles personas que podrían estar ocupando tu lugar, entonces… ya eres un vencedor, esfuérzate y vive increíblemente.