Durante el último mes del 2017 llegó a mi poder un libro que afianzó mi sentir por aprovechar cada momento de mi vida al máximo. El libro se llama «No hagas daño», el autor es un neurocirujano inglés llamado Henry Nash.
El Dr. Nash escribe sobre su experiencia en el quirófano. Por más de 35 años ha tenido la oportunidad de ayudar a la recuperación de muchas personas, pero al mismo tiempo de su imperfección como ser humano al fracasar en muchas de ellas; en innumerables ocasiones el fallo fue debido a que el estado de la persona impedía una operación exitosa, pero en otros fue error humano.
A lo largo del libro el Dr. Nash describe con detalle como una persona puede estar bien un día, y al día siguiente saber que su vida va a cambiar debido a algo que hay en su cerebro y que requiere operación.
Muchas personas que van a consulta tienen el anhelo de saber que están bien, para muchas esas noticias llegan, para otras no. Muchas veces nos creemos intocables, pero la verdad dista de esto, todos nosotros tenemos algo en común: nuestra fragilidad como seres humanos. Los acontecimientos malos le ocurren a los demás hasta que nos toca sufrir a nosotros.
Richard Dawkins nos hace ver en su libro «Destejiendo el arcoíris» que el saber que todos vamos a morir algún día nos hace ser los más afortunados. Un día estaremos en la cima de nuestra fortaleza, pero llegará el día en el que ya no. Es por ello que vivir al máximo cada día es importante. Tú vas a morir algún día. ¿Cómo? No lo sé. Tú tampoco.
Lo único que tenemos en nuestro control es vivir al máximo, dejar un mejor mundo para nuestras futuras generaciones, intentar hacer el mínimo daño a los demás, y ser feliz con lo que tenemos.
Toma en cuenta esto: mientras tú respiras, alguien está dejando la vida; mientras tu disfrutas un trozo de pan, alguien más está muriendo por falta de alimento; mientras tú ríes alguien más quiere hacerlo.
En nuestra fragilidad podemos hacer de nuestra vida una sinfonía de alegría. Todo depende de cómo quieres ejecutar la melodía.
2017®