Por Abner Huertas
En una hermosa mañana de octubre cuando los niños se preparan desde temprano para alistar su disfraz del día de brujas, Bethany Hamilton decidió ir a la playa Tunnels en la isla Kauai para practicar surf.
Aquella mañana en que se encontraba recostada sobre tu tabla de surf habían varias tortugas nadando; mientras estaba acostada su brazo izquierdo estaba dentro del agua, cuando de pronto un tiburón tigre se acercó y arrancó su brazo a la altura del hombro.
Sus amigos al ver lo sucedido inmediatamente la sacaron de aquel lugar, siendo apenas las 7:30 de la mañana, le aplicaron un torniquete y se la llevaron de emergencia al hospital. Había perdido el 60% de su sangre, pero afortunadamente logró sobrevivir ante el ataque del tiburón.
¿Cuál hubiese sido tu actitud ante un evento como este si tú hubieras sido el protagonista? En la vida siempre nos enfrentaremos con adversidades, problemas y situaciones en las cuales sentiremos que estamos hundidos sin poder salir. Situaciones en las cuales creemos que no hay soluciones y permitimos que la ansiedad, la tristeza y en ocasiones extremas llamamos a la muerte para que venga a nosotros para salir de esos momentos adversos.
¿Sabes cuál fue la actitud de Bethany? Tomó la decisión de volver a subirse a una tabla de surf. En cuestión de semanas estaba de vuelta en las playas surcando las olas; lo que Bethany logró fue sobreponerse ante una situación adversa, encontró una razón por la cual no darse por vencida y luchó para salir adelante, a esto le llamamos… resiliencia.
La resiliencia es la capacidad que tú o yo tenemos para sobreponernos a situaciones difíciles. ¿Alguna vez te has preguntado por qué algunas personas sobrevivieron a los campos de concentración y otras no? Fue porque encontraron una razón para vivir y eso les dio resiliencia.
Increíblemente los que sobrevivieron a esos campos no son los más optimistas los que lograron sobreponerse, sino son los que lograron desarrollar una razón para vivir. Esto se descubrió en una ocasión que le preguntaron a varias personas que habían logrado sobrevivir a diferentes situaciones dificultosas y ahora viven vidas normales: “¿Quiénes eran los primeros en dejarse morir?” ellos respondieron: “Los más optimistas. Los que sobrevivieron fue porque encontraron una razón para seguir vivos, mientras que los optimistas, en exceso, siempre creían que en una fecha determinada ya estarían fuera del sufrimiento.”
Entonces ¿Qué necesito para sobreponerme ante situaciones adversas?. Viktor Frankl, uno de los sobrevivientes al holocausto, lo resumiría así:
- Mantén un diálogo realista y positivo contigo mismo: No es necesario ser un optimista incurable, sino estar consciente de la realidad en la que vives pero decidir ver lo positivo ante la situación y recordarte mismo el porqué eres alguien importante. Ante cualquier situación todos tenemos dos opciones: o nos enfocamos en todo lo negativo o buscamos lo positivo de cada situación por mala que parezca. También recuerda siempre que la única persona que realmente te puede hacer sentir de menos o derrotada eres tú.
- Mantén un sueño por el cual vivir: Ten un sueño por el cual luchar. Ante las adversidades recuerda que tienes metas que alcanzar, puede ser escribir un libro, visitar varios países, ayudar a tus padres, construir un albergue para ancianos, en fin pueden ser muchos sueños que hay en tu vida. Si piensas que no tienes un sueño, vuelve a pensarlo, te garantizo que dentro de ti hay muchos sueños que aún no has cumplido. Cuando estés con una situación difícil recuerda también que tienes muchos sueños por los cuales luchar.
- Encuentra el sentido de tu vida: El sentido de la vida va más allá inclusive de nuestros propios sueños, pueden estar ligados, pero el sentido es el propósito que tienes para vivir. Tú tienes un propósito que cumplir, las adversidades a pesar que no son agradables sirven en el futuro como experiencia para ayudar a otras personas en la vida.
En mi vida personal, al igual que en la tuya, he atravesado momentos en los cuales siento que ya no quiero más de la vida. Pero en eso recuerdo que lo primero que debo cuidar es lo que yo me digo a mi. Las personas a tu alrededor te podrán elevar o te podrán socavar, pero el único responsable de permitir que alguien te haga de menos eres tú, cuida lo que te dices. En ese momento sólo puedo recordarme el valor que tengo, los sueños pendientes y que hay un propósito que cumplir.
Quisiera poder decirte que el desarrollar resiliencia es algo sencillo, de unos cuantos pasos o sigue esta receta para que adquieras resiliencia; no es sencillo, pero en la medida en la que decidamos ser personas con resiliencia iremos desarrollando nuestro ser y nos haremos más fuertes.
Cuando hagas frente a una nueva adversidad difícil, recuerda que la resiliencia te ayudará a salir adelante.
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