domingo, 16 de junio de 2013

El Legado




Por Abner Huertas



Imagina por un momento a tres personas, una de ellas es exitosa en los negocios, otra es un padre de familia ejemplar y la tercera es un criminal buscado constantemente por la policía.

Cada una de estas personas tiene vidas diferentes, cada una está enfocada en diferentes objetivos.

La persona exitosa en los negocios está enfocada en crecer profesionalmente, su mente está en los negocios, hacerlos crecer  y abrir nuevos. Su nombre comienza a ser reconocido en la sociedad, todos saben que es capaz de lograr cualquier meta en la vida, su eficiencia lo ha llevado a abrir nuevas oportunidades de negocio y empleo. Sin embargo, su vida familiar no es tan exitosa como su vida laboral.

El padre de familia es muy querido por su esposa y sus hijos. Siempre ha sido un padre que se ha preocupado por ellos a pesar de que siempre tienen problemas económicos. En ocasiones pasa mucho tiempo sin que él tenga un trabajo y pensar en iniciar un negocio le aterra.

El criminal nunca fue un hijo ejemplar, con el paso de los años se casó y también tuvo hijos, pero al igual que el hombre de negocios no les dedicaba tiempo. Su vida siempre se ha desenvuelto en robos y crímenes. Un día llegó al punto de asesinar a una persona. Lo capturaron y lo encerraron en prisión.

Son tres vidas que tomaron caminos diferentes. Son tres vidas con propósitos diferentes. Cada una de estas personas le ha dado mayor importancia a ciertas áreas de su vida. Todas quieren de alguna forma ser reconocidas: la persona de negocios desea que la reconozcan por su capacidad de hacer dinero. El padre de familia que sea reconocido por su relación familiar. El criminal desea ser recordado como un hombre sin misericordia.

Estas tres personas comparten algo en común… están dejando un legado, la pregunta es: ¿Cuál es el legado que están dejando?

En algún momento de nuestras vidas daremos ese paso hacia el cese de nuestra existencia. Lo que obtuvimos en nuestra vida de forma material se quedará, con el paso de los años se olvidará, inclusive tú y yo podemos ser olvidados con el paso del tiempo, pero todo depende del legado que dejemos.

Por un momento medita sobre ¿Cuál es el legado que está dejando cada una de las personas anteriormente mencionadas?  El legado son los regalos que dejas a las personas el día que cesa tu existencia.

Quizá el hombre de negocios deje un legado de que el trabajo duro te puede llevar a hacer dinero, pero también deje un legado de amargura en sus hijos por haberse preocupado más por el dinero que por ellos.

Quizá el padre de familia deje un legado de amor a sus hijos, pero también puede dejar un legado de miedo y falta de coraje al no atreverse a ser un empresario.

Quizá el criminal deje un legado de terror en sus hijos, un legado de maltrato y de vergüenza ante la sociedad donde su familia será vista como criminales.

Cada uno de nosotros dejará algo en el corazón de las personas. ¿Qué te gustaría que dijeran de ti el día que ya no estés?

Nuestra vida la resumirán en una frase, y es mejor que nosotros la seleccionemos desde ahora.  Si tú o yo no seleccionamos en esta etapa  la frase de nuestra vida, alguien más lo hará, y la frase estará regida por todo aquello a lo que le dimos más valor, a las prioridades que dimos en nuestra vida y a nuestro accionar en la vida.

Quiero invitarte a que juntos seleccionemos nuestra frase. Quiero invitarte a que accionemos para sembrar en la vida de los demás y que podamos desarrollar nuestro legado en la vida de los demás.

¿Estás dispuesto a  identificar tu legado de vida positivo? Acompáñame en los siguientes puntos de control que te ayudarán a definir tu legado de vida.



Escribe tu panegírico
Un paso inicial para identificar el legado que te gustaría dejar a los tuyos es escribiendo tu propio panegírico. Un panegírico es un discurso que se da en honor de una persona, en este caso en particular, el día de su velorio.

Pensar en ese discurso abrirá tu mente a un nivel en el que antes no te habías encontrado. Pensar en aquello que sería tu discurso abrirá las puertas para el crecimiento personal y el desarrollo de tu persona para realizar las acciones necesarias para poder cumplirlo.

El panegírico está enfocado en el valor que puedes dejar en los demás, buscar la forma en la cual trascenderás más allá de tan sólo vivir. La vida es increíble, y el momento de disfrutarla y dejar una semilla es ahora.

Permíteme ilustrarte cómo es un panegírico con un ejemplo de mi propia vida, el cual  escribí hace unos años en un instante en el cual pensaba sobre el legado y lo que me gustaría poder dejar como regalo.

Abner Huertas, fue un esposo que amó y consintió a su esposa cada día de su vida, desde el día en el que la conoció.  Un padre que se ganó el respeto y amor incondicional de sus hijas e hijos, un tío que dejó un legado de cariño a sus sobrinos, un hijo que estuvo pendiente de su mamá y llegó a querer a su papá. Un amigo que estuvo siempre con los brazos abiertos y los oídos dispuestos para escuchar.  Un hombre que levantó a hombres y mujeres para llevarlos a ser extraordinarios. Siempre será recordado con el significado de su nombre:

“Padre de luz que ayuda al hombre”

Que estés con tu padre Dios que tanto anhelaste papito….

Al momento de escribir tu panegírico debes recordar que lo que anhelas dejar va más allá de tan sólo bienes materiales. Todas las cosas materiales que logres en tu vida son únicamente para el disfrute temporal, pero lo que dejas puede llegar a vivir por siempre.

En las tres micro-historias del inicio ¿te imaginas cuál será el panegírico de cada uno?  Toma el control de tu vida, define cuáles serán esas palabras y haz que estén alineadas con tu llamado o propósito de vida.

Descubre tu llamado
Hay dos grandes días en la vida: el día en el que tú naces y el día en el que descubres por qué; y es en este último que nuestro llamado es la respuesta.

Desde el momento en el que tú naciste  fuiste marcado para ser único. Tienes grandes talentos, quizá algunos sean “obvios” y quizá hayan otros que estén ocultos esperando a que salgan a la luz.

¿Por qué te hablo de tus talentos? Porque cuando hablamos de nuestro llamado indudablemente nuestros talentos entran en acción. En una ocasión escribí sobre la realización, que es el alcanzar la satisfacción de vivir sabiendo que estamos haciendo algo no sólo por nosotros sino también por los demás.

Y en la realización discurría sobre la importancia de conocer nuestro propósito, nuestro diseño y nuestra experiencia. Al unir éstas llaves aparece lo que es nuestro llamado. ¿Qué has sido llamado a cumplir en tu vida?.

El proceso de conocer tu llamado toma tiempo, necesitas tener fe y convicción de que lo que tú tienes puede dejar un legado. El llamado es el faro que te guiará a través de la oscuridad que en ocasiones sentimos. El llamado te muestra el camino y las acciones que debes realizar para poder dejar el legado que tanto anhelas.

Si has pasado la vida creyendo que no hay un llamado para tu vida, es porque no has buscado fuertemente. Tú tienes algo que puede sembrar semillas positivas en los demás, tú tienes una lección de vida que alguien que tú no conoces necesita escuchar.

Algunas personas creen que su llamado debe ser algo místico o que debe ser de gran envergadura como el llamado de Madre Teresa; ella inclusive dijo en una ocasión “Si no puedes alimentar a cien personas empieza por una”.  Por más “pequeño” que sea tu llamado es un legado que puede impulsar en alguien más algo que desencadene acciones que tú no puedes imaginarte.

Busca tu llamado, cree en que todo lo que has aprendido, la forma en la que has sido creado y tus talentos son los únicos ingredientes que necesitas para trabajar y dejar un legado en la vida de quienes te rodean.

El momento de accionar a tu llamado es ahora. En mi caso personal me gusta apoyar en el crecimiento personal de otros, y esa es la razón por la que te encuentras leyendo este artículo. Piensa que por más pequeña que sea la semilla de tu legado a lo largo de los años se convertirá en un hermoso bosque, y eso tan solo porque tuviste un poco de coraje para dejar un legado.

Las dudas y el temor son emociones naturales que vienen a nosotros; la duda de si será mi llamado el que estoy sintiendo y el temor de accionarlo. Desafortunadamente no puedo decirte que existe una fórmula mágica que nos revele el llamado, es algo que tú tienes que buscar, te darás cuenta que cuando lo encuentres sentirás dentro de ti una sensación indescriptible que te dirá este es mi llamado.



Tu actuar debe ir de la mano
Jonathan había recibido una invitación especial, el Presidente de su país lo había invitado a su despacho. Jonathan estaba emocionado, tenía una reunión con el Presidente de la República.

Como es de esperar ante tal anuncio, Jonathan le comentó a su familia y amistades sobre la oportunidad que se había presentado y lo satisfecho que se sentía por ver que los frutos de su trabajo se comenzaban a ver.

Cuando la fecha de la cita se aproximaba recibió también la noticia que su hijo jugaría para las finales de su escuela. Jonathan al ver que era el mismo día que tenía la cita con el Presidente y que debido a que tenía que viajar en avión no podría participar en el juego de su hijo, así que Jonathan tomó una decisión… canceló la reunión con el Presidente.

Uno de sus amigos cercanos al escuchar la historia se quedó asombrado, “¿Cómo es posible que le cancelaras al Presidente? ¡Es el Presidente! No muchas personas pueden tener ese honor.” A lo que Jonathan le contestó: “Yo me propuse que nunca me perdería un juego de mi hijo, tan solo cumplí esa promesa”.

¿Qué hubieras hecho tú ante una oportunidad como la anterior?, quizá el hecho de tener una reunión con el Presidente de tu país no te genere euforia, pero ¿qué tal tu cantante favorito, o tu artista favorito?.  El impacto en la vida del hijo de Jonathan fue grande, su padre prefirió ir con él antes que estar con el Presidente de la República, definitivamente es una historia que contará a sus hijos y a sus nietos.

Cuando reconocemos cuál es el legado que deseamos dejar implícitamente nuestro comportamiento debe encausarse hacia ese objetivo. Y déjame decirte un secreto a voces, no es nada sencillo, pero cuando estás claro en lo que deseas dejar en la vida de los demás aunque cometas cien errores siempre lo volverás a intentar.

Tú decides qué tipo de legado dejar
Al inicio de este artículo vimos la historia de tres personas. Cada una de ellas dejó un legado. Pero el tipo de legado que dejaron es una decisión.

Lo que tu decidas dejar es lo que dejarás, no hay ciencia detrás de esto. Tú tienes en tu poder el seleccionar si deseas dejar semillas positivas o semillas negativas.

¿Cómo sabemos qué tipo de legado estamos dejando? ¿Estamos dejando paz? O ¿Estamos dejando tribulación?. Cuando tu legado es positivo, las personas te recordarán con paz en sus corazones, tu familia te recordará por lo mucho que hiciste por ellos y esto dependerá de lo que decidiste en vida.

Pero cuando dejas tribulaciones es un legado negativo. Tal es el caso de una mujer que había sido adoptada por un hermano de un general nazi en la Segunda Guerra Mundial. Durante la guerra, por su apellido, “gozaba” de algunos privilegios, que no se percataba en ese momento por ser apenas una niña. Sin embargo, el tiempo pasó y los Nazis fueron derrotados, el legado heredado es que debió esconderse debido a los señalamientos en contra de ella a pesar de su inocencia por los actos causados por sus parientes.

Tú decides cuál es el legado. Mira tu panegírico, ese te ayudará a tener una mayor claridad para accionar.

Conclusión
El legado de tu vida es el regalo que dejarás a los tuyos el día en que cese tu vida. Para dejar un buen legado es necesario que primero sepas lo que deseas dejar, lo cual puedes descubrir escribiendo tu panegírico, buscando tu llamado, actuando conforme a lo que deseas dejar y tomando la decisión de que sea positivo.

¿Qué legado está dejando tu actuar actual?

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