Por Abner Huertas
Durante años hemos oído el concepto de administración del tiempo. Nos han enseñado a cómo distribuir nuestras horas del día de tal forma que abarquemos la mayor parte de trabajo que podemos realizar en un día.
A pesar de nuestros esfuerzos por administrar correctamente nuestro día, poco a poco vamos acumulando cansancio y estrés.
De acuerdo a un estudio publicado por Gallup (www.gallup.com) las personas experimentan estrés con mayor frecuencia en un 54%, llegando a impedir que puedan tener tiempo disponible para hacer las cosas que les gusta realizar.
En mi experiencia, he podido observar cómo las personas cuando dejan de realizar lo que les gusta hacer, comienzan a experimentar cansancio tanto físico como mental, producto del estrés y de la falta de la capacidad de dedicar tiempo para ellos.
Como seres humanos somos seres con sueños, anhelos, tenemos la necesidad de compartir tiempo con la familia, sociedad, amigos y nosotros mismos, pero en la medida en que enfocamos todas nuestras energías únicamente a trabajar, ocurre un desajuste interno que nos hace tambalear haciendo que suframos de ansiedades, depresiones y frustraciones.
Entonces, ¿Es malo administrar nuestro tiempo?, la respuesta es: absolutamente no, es importante que podamos administrar nuestro tiempo, pero, es más importante que nos enfoquemos en administrar nuestra energía en lugar de nuestro tiempo.
Cada uno de nosotros tiene cinco dominios en los cuales gira nuestra vida, los cuales mencionamos con anterioridad, estos son:
- Trabajo.
- Familia.
- Amigos.
- Espiritual.
- Yo.
El aprovechamiento de nuestra energía debe ser canalizada de tal manera en la que podamos mantener un balance entre estos dominios que representan nuestra vida.
Hace un tiempo conversaba con un amigo acerca de este tema, me hizo una metáfora que me encantó, me dijo: Imagina que eres un malabarista, cada uno de estos dominios es una pelota de cristal a excepción de la pelota del trabajo, esta es de plástico. Si dejas caer la pelota del trabajo esta rebotará, pero si dejas caer alguna otra la romperás.
Los dominios son parte de nuestro ser, el no cuidar alguno de ellos nos podría llevar a futuros desalientos por darle importancia a aquello que debiese tener poca y restarle a aquella donde deberíamos enfocar más nuestras energías.
“Cada uno de estos dominios es como una pelota de cristal a excepción de la pelota del trabajo, ésta es de plástico. Si dejas caer la pelota del trabajo esta rebotará, pero si dejas caer alguna otra la romperás”
La administración de nuestra energía se refiere esencialmente a adquirir sabiduría en cuanto al tiempo que le debemos dedicar a nuestros diferentes dominios, sin descuidar el deseo innato que tenemos de alcanzar la realización. Cuando administramos nuestra energía nos sentimos vivos en todo momento, sentimos esa “chispa” que nos hace levantarnos en las mañanas con el deseo de trabajar, contribuir a la sociedad, disfrutar nuestras familias, en fin, administrar el enfoque de nuestra energía nos permite disfrutar el vivir plenamente.
Ahora, ¿Cómo podemos administrar de mejor forma nuestra energía?
En el trabajo
Hay una expresión que recita: “Hay que trabajar para vivir y no vivir para trabajar”, la búsqueda constante del éxito, dinero y posesiones han llevado a centenares de personas a dedicarle la mayor parte de su tiempo a trabajar descuidando los otros dominios de su vida.
Para mantener la energía, deberás equilibrar este tiempo o con tus otros dominios sin perder la responsabilidad por las tareas que se te asignen. Una de las técnicas utilizadas para este efecto consiste en dedicar por cada hora de trabajo unos diez minutos a relajarte, salir a respirar y continuar trabajando. Esto permite que tu mente se distraiga un poco.
Otra alternativa consiste en tomar tu hora de almuerzo fuera de la oficina, así te distraerás y podrás posteriormente concentrarte de mejor forma.
Busca siempre una forma de dedicar tiempo a relajar, esto no es perder el tiempo, es guardar tus energías para lo que es realmente importante.
Con nuestra familia
Hacer posible el tiempo de pasar con la familia en cualquier momento del día, aprovechando cada instante que sea posible. Algunas personas encuentran estos momentos mientras llevan a sus hijos a la escuela, otras podrían encontrarlo en su hora de almuerzo juntándose a almorzar con algún pariente.
Con los amigos
Las buenas amistades son una fuente te ayudarán a recobrar energías, las buenas amistades están cuando las necesitas, así como tú lo estás cuando un amigo o amiga te necesita.
El invertir tiempo con los amigos que más estimas, crea una atmósfera interna de gratificación, como una forma de escapar del estrés del día a día. Hay que dedicar el tiempo adecuado para los mismos.
En lo espiritual
Cuando tenemos claro lo que creemos y podemos dedicarle tiempo a la meditación u oración, estaremos llenando nuestro tanque interior, lo cual nos fortalecerá, admitámoslo como seres humanos pasaremos días de frustración y es esta parte espiritual la que te ayudará a sobrepasar estas etapas de tu vida.
Nada permite más llenar nuestro tanque que un enfoque en lo espiritual. En este punto también podrás dedicar tiempo a causas benéficas, ayudar en un orfanato, un lugar de ancianos te permitirá estar en contacto con tu espíritu.
El Yo
Si has viajado en avión habrás escuchado la expresión: “coloque su mascarilla antes de querer ayudar a otro”. Todos necesitamos pasar tiempo con la persona que está con nosotros el 100% del tiempo: nuestro yo.
Lee un libro, mira material de crecimiento personal, consiente tu persona de vez en cuando, date premios por tus logros, en fin hay muchas formas en las cuales puedes alimentar tu yo.
Conclusión
En la medida que gestiones tu energía será el nivel de compromiso que podrás darle a las responsabilidades que tienes en tu día a día.
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