Por Abner Huertas
Desde el momento en que nacemos comenzamos a envejecer, algo que nunca nos gusta escuchar, pero al mismo tiempo es algo de lo cual no podremos escapar si una vida larga es la que deseamos alcanzar.
Ahora que somos jóvenes gozamos de gran fuerza y vitalidad. Nos creemos los dueños del mundo, creemos que podemos llegar a ser inmortales, pero la realidad es otra y es que algún día llegará nuestro despertar en los años plateados cuando nuestro andar sea más lento y nuestros cabellos sean de color gris.
En el despertar de los años plateados las semillas del conocimiento adquieren mayor relevancia. El sabor de la vida adquiere mayor virtud. El valor que tiene el estar vivo adquiere el significado real. Se llega a conocer que la vida es un regalo y no un derecho adquirido.
Pero ahora que somos jóvenes y vemos ese futuro “lejano” tendemos a menospreciar a aquellos que ya están en su despertar de los años plateados fijando nuestra mirada en las pocas fuerzas que tienen sus cuerpos, en la dificultad para vernos, escucharnos y sentirnos en lugar de fijarla en lo valioso de su conocimiento y de su ser.
Tendemos a ver ese despertar como el renacer de un niño al que hay que regañarlo y nos olvidamos que son adultos con mayor experiencia, dispuestos a compartirla si tan sólo pedimos que ésta sea compartida.
Ahora que somos jóvenes no conocemos el valor que tienen más de 70 años de experiencia, y despreciamos y señalamos su lento andar, deseando dejarlos ocultos por no poder ir a nuestro lado, pero no nos damos cuenta de la herida que les estamos causando.
El despertar de los años plateados es la culminación de una vida bien vivida que puede ser mejorada cuando los jóvenes atendemos a lo que ellos tienen que decir. El despertar de los años plateados merece un reconocimiento universitario, algo más alto que un doctorado porque todo aquel que escuche las palabras de aquellos que están en esos años, podrán aprender experiencia vivida más que de un texto.
Los que ahora somos jóvenes algún día despertaremos en los años plateados con una claridad sobre la vida, pero también veremos cómo nos discriminarán por el hecho de estar en ese despertar y nos diremos… ¿Por qué no hice algo para cambiar esto cuando aún era joven?
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