domingo, 6 de julio de 2014

El Precio del Liderazgo



-Por Abner Huertas



“Todos queremos los privilegios que trae el liderazgo, pero no quisiéramos tener que pagar el precio.” 

Durante mucho tiempo me he percatado como muchas personas, y porqué no decirlo también yo, han buscado ser líderes por el simple hecho de tener los privilegios que el liderazgo puede llegar a dar, tales como: ser reconocido, ser respetado, tener ciertas prioridades como un buen lugar de parqueo, o preferencias cuando se está esperando en una larga cola, en fin, puede existir un sinfín de privilegios más.

¿Pero qué sucede cuando hablamos del precio que hay que pagar por el liderazgo?, si meditamos bien el hecho de ser líder, ¿Por qué alguien querría ser un líder?, grandes líderes a través de la historia han tenido que pagar el precio que esto contrae. 

Tomemos por ejemplo a Martin Luther King, para mi uno de los más reconocidos líderes del siglo pasado, el luchó contra el racismo y estuvo dispuesto a pagar con su vida con tal de que ese sueño se hiciera realidad. O tomemos por ejemplo al General Dwight D. Eisenhower, quien fue uno de los comandantes de la segunda guerra mundial y quien tuvo que tomar decisiones difíciles como la de enviar a cientos de jóvenes a una posible muerte.

Muchos pueden llamarse líderes, pero son pocos los que estarían dispuestos a morir por sus ideales o tomar decisiones realmente difíciles como las del General Eisenhower. Los grandes líderes saben que el precio de su liderazgo se traduce en tomar decisiones que beneficiarán a algunos y a otros no, pero también saben que el precio del liderazgo incluye que en algún momento podría tener que  dar su vida por un ideal, un gran líder sabe que parte del precio es que  siempre habrá personas que hablarán mal de su liderazgo, sin embargo, sigue hacia delante porque tienen una convicción.

Los líderes saben que su visión no siempre será compartida, que los confrontarán, que muchos los difamarán y que habrá noches en las cuales llorarán en soledad; un líder me dijo en una ocasión, “Los líderes muchas veces  lloran solos”, porque si sus seguidores lo ven derrotado ellos se sentirán derrotados. En muchas ocasiones el líder tiene que sacar fuerzas de su flaqueza para que sus seguidores sientan confianza en que pueden lograr lo que se proponen.

El liderazgo tiene un precio, y muchos no están dispuestos a pagarlo. ¿Te gustaría ser un líder?, ¡espero que sí!, ¿Sabes por qué?, porque los grandes cambios que han habido en nuestra sociedad han sido realizados por líderes que han estado dispuestos a pagar el precio del liderazgo, y eso se ha convertido en un legado que durará por muchos años.

Pagar el precio de liderazgo es una inversión que haces en los demás y algún día de una forma u otra cosecharás sus frutos.


Atrévete a pagar el precio del liderazgo.

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