Cada una de nuestras acciones es consecuencia de nuestros pensamientos. Muchas veces buscamos controlar nuestro ambiente, buscamos que nuestro entorno cambie y que las condiciones que nos rodean estén en armonía con nosotros, pero fallamos al reconocer que nuestro entorno depende directamente de nuestra forma de pensar.
Cada ser humano tiene una forma de ver la vida, por eso hay personas que son capaces de encontrar en cada situación una bendición, y otras personas de encontrar lo malo de la misma situación. Y esta perspectiva, de cómo vemos la vida, está determinada por la calidad de nuestros pensamientos.
¿En qué inviertes tu tiempo de pensamiento? Cuando conocemos personas felices, es porque tienen pensamientos felices, y cuando conocemos personas infelices es porque sus pensamientos son infelices. Todo depende de la calidad de nuestros pensamientos y del tiempo que pasamos con ellos.
Nuestro comportamiento tiene una influencia directa por lo que pensamos, las personas que son exitosas lo son primordialmente porque tienen pensamientos de éxito; son capaces de imaginar e idealizar, tienen una visión clara que les permite guiarse a través de los diferentes caminos y pruebas que se les puedan presentar.
Tú como líder, debes reconocer la importancia de pensar en las cosas correctas, debes tener claro que tus pensamientos tienen un impacto profundo, no sólo en tu vida, sino también en las personas que te rodean: familia, amigos, pareja, entre otras.
Analicemos por un momento en qué inviertes tus pensamientos:
- ¿Cuál fue el último libro que leíste?
- ¿Qué tipo de música escuchas?
- ¿Cuáles son tus programas de televisión favoritos?
- ¿Qué escuchas por la radio?
- ¿Qué lugares frecuentas?
- ¿Qué has aprendido de tus mejores amigos?
Con las respuestas que hagas a estas preguntas te darás cuenta en qué mantienes ocupada tu mente, si lees todos los días libros sobre liderazgo, con el tiempo, el liderazgo comenzará a reflejarse en tu comportamiento.
Ten presente que cualquier imagen, palabra o programa que ves, se almacena en tu mente, y con el tiempo esto saldrá a relucir.
Atraes lo que eres y no lo que quieres
Todos tenemos anhelos en nuestras vidas, deseamos tener cierto tipo de amistades, la pareja ideal, el trabajo ideal; la pregunta es ¿Estamos dispuestos a convertirnos primero nosotros en esa persona? Nosotros atraemos lo que somos y no lo que queremos.
Como mencionamos al inicio, nos preocupamos por cambiar nuestras circunstancias, cuando debemos ver hacia adentro de nosotros. Si deseas atraer mejores cosas para ti, debes comenzar haciendo primero el cambio en ti, y la forma de comenzar es con tu manera de pensar.
No puedes elegir tus circunstancias, pero sí puedes elegir tus pensamientos
Muchas de las circunstancias de la vida están fuera de nuestro control, no podemos elegir que todo salga de acuerdo a lo planeado, pero sí podemos elegir cómo reaccionaremos ante esa situación.
Nuestra mente es un campo fértil, al cual sólo nosotros tenemos acceso. ¿Qué semilla sembramos?, ¿Qué fertilizante usamos?, tus respuestas a las preguntas que realizamos anteriormente son las semillas y el fertilizante que utilizas en tu mente.
Si alguna vez has pensado que nuestros pensamientos pueden permanecer ocultos, ten presente que tu comportamiento y forma de ser son el resultado del tiempo que hemos invertido en nuestros pensamientos.
El vínculo con nuestro propósito
Todos nacemos con un propósito en nuestras vidas: para servir a los demás, para dejar algo de valor a la humanidad o para construir algo, cualquiera que sea tu propósito este será una realidad en la medida en la cuál pienses en ellos de forma positiva y los lleves a la acción.
Personajes cómo: Steve Jobs, Bill Gates, Warren Buffet, sabían implícitamente la importancia de tener claro el propósito y pensaban en cómo alcanzarlo. Bill Gates, por ejemplo, acostumbraba a tomar unas dos semanas al año para reflexionar, para pensar en nuevas ideas, cosas que quizá había dejado en sus pendientes. Esas semanas desarrollaba nuevas ideas y planes sobre cómo alcanzarlas.
John C. Maxwell, considerado un gurú del liderazgo, comenta también sobre la importancia de tomar momentos de reflexión, en donde puedes tomar nota de lo que ha mejorado en tu vida y también te permite identificar en qué debes mejorar.
Cuando vinculas la calidad de tus pensamientos con tu propósito, tus logros serán más satisfactorios. Si no te sientes preparado para fracasar, lo primero que debes hacer es cambiar tus pensamientos hacia lo que es el fracaso.
Si deseas gobernar mejor tu vida, si deseas cambiar tus condiciones, debes comenzar por cambiar la forma en la que piensas, ya que tu mente es la fábrica de los resultados de tus acciones.
Escrito por Abner Huertas
Basado en el libro “Así como el hombre piensa”
Autor: James Allen
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