sábado, 3 de octubre de 2015

Autoaceptación contra autoestima



Por Abner Huertas





Por varios años pensaba en que debía mejorar mi autoestima. Pensaba en que tenía que mejorar mi persona para sentirme bien conmigo mismo; y esto está bien, sin embargo, hay algo que he llegado a valorar que le da más importancia: la autoaceptación.

En este artículo intentaré hacer una separación entre la estima y la aceptación. Son dos palabras poderosas en la vida de cualquier persona. Cada una tiene la fuerza para hacernos crecer, pero una tiene más valor que la otra.

Empecemos por la autoestima. De acuerdo con el diccionario, la autoestima es el cariño que se siente por uno mismo. Muchos líderes espirituales, han dado valor al aprender a amarse a uno mismo. Esto es valioso para nuestra vida, sin embargo, hay pequeños detalles que pueden no desarrollarse si buscamos solo la autoestima. Imagina a una persona que nació con alguna capacidad diferente, podríamos decir que está fuera de lo «normal» en sociedad, si se busca solo la autoestima, en nuestra mente podría estar el ser una persona normal, y esto ocasionaría otros problemas.

La autoaceptación es diferente. El diccionario le da varias definiciones, podríamos tomar la siguiente: aprobar, admitir y/o dar por bueno. ¿Qué quiere decir esto? Cuando decidimos aceptarnos a nosotros mismos, tal y cual somos, aprobamos nuestro ser. En el caso que mencionamos en la autoestima, la autoaceptación es aceptar que nacimos diferentes; esto en algún momento resultará en autoestima.

Quiero hacer una aclaración: cuando existen ciertas conductas, comportamientos, formas de pensar, entre otras, que sabemos es necesario cambiarlas, hay que cambiarlas. La aceptación nos ayudará a dar un punto de partida: “Acepto que soy una persona enojada, pero quiero cambiar”. La autoaceptación no es aceptar que soy como soy y NO voy a cambiar, al contrario, es lo que nos da el impulso para cambiar. Cuando no hay autoaceptación, caemos en lo que llamamos la auto-justificación. Justificamos el porque somos como somos.


Volviendo al punto central. Antes de la autoestima, viene la autoaceptación. Para poder tenerte cariño a ti mismo, primero tienes que aceptarte tal y como eres. Busca primero aceptar tus cualidades, tus defectos y las cosas que puedes y debes cambiar. Poco a poco irás desarrollando tu autoestima. Ambas van de la mano, pero primero acepta quien eres y como eres.

iDeo®
2015
Fotografía cortesía de freedigitalphotos.net

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