viernes, 25 de mayo de 2012

Una vida con valores





“Valores que tomaron 32 años aprender”.
Por Abner Huertas
“Nadie puede persuadir a otro a cambiar. Cada uno de nosotros es el guardián de su propia puerta que únicamente puede ser abierta desde adentro. No podemos forzar a abrir la puerta de otra persona, ni con argumentos o acercamiento emocional”.
-Marilyn Ferguson-
Cada nuevo año cumplido es una nueva oportunidad para reflexionar, tomar decisiones y hacer ajustes en nuestras vidas. Cuando cumplí treinta años tomé la decisión de hacer cambios catalizadores en mi vida y a lo largo de éstos me he dedicado a aprender cada día como formar el camino que me permitirá alcanzar y vivir la vida que deseo vivir. Ahora, me doy cuenta de la importancia que para cualquiera de nosotros tiene el contar con un mentor que te pueda ayudar a enfocarte en cuál es tu misión y visión de vida. Séneca lo decía bien al decir: “Aquel que no sabe hacia a dónde va, no tiene un viento favorable”.

Muchas personas enfocan sus vidas en mejorar sus circunstancias, en obtener mejores salarios, más títulos, un mejor carro o la casa más grande, en otras palabras su enfoque principal está en mejorar su imagen y personalidad, en ser personas carismáticas para ser vistas como personas exitosas y envidiables, dedicándole poco o nada de tiempo a mejorarse a ellos mismos, mientras dejan por un lado mantener un enfoque de crecimiento del carácter, honestidad e integridad. Invertimos poco tiempo en mejorar nuestras actitudes, en mejorar aquellas áreas de nuestras vidas que conocemos y sabemos que debemos cambiar.

Existe algo muy interesante, que imagino que tú, mi querido lector, te has percatado también, a nosotros como personas no nos gusta cambiar. Es muy fácil para nosotros detectar las oportunidades de cambio en las demás personas, pero… ¿Por qué es tan difícil para nosotros ver lo que nosotros mismos necesitamos cambiar? A caso, ¿no deseamos ser mejores personas, esposos, padres, hijos, amigos? Siempre nos consideramos ser los poseedores de la razón, ¿te has dado cuenta que cuando existe un problema entre dos personas, siempre existen dos versiones?

Existen dos formas en las que el cambio puede llegar a tu vida, primero porque lo haces de forma intencional o segundo, porque llegas a sufrir demasiado por las malas decisiones que has tomado y entonces decides cambiar. El cambio intencional requiere de nuestro esfuerzo para reflexionar y analizarnos a nosotros mismos, es la capacidad que debemos desarrollar, la sinceridad y honestidad con nosotros mismos y el coraje para admitir en qué áreas de nuestras vidas debemos realizar un cambio. Por otro lado, si no cambias intencionalmente, algo vendrá a hacerte cambiar, y en ocasiones son situaciones que sabes que podrías haber evitado con tiempo. Si gustas hacer un cambio intencional, déjame sugerirte algunas preguntas que me he hecho y que tú también puedes hacerte. Te ayudarán a ver tu situación actual y a tomarte unos minutos para responder a cada una de ellas, quizá te tome hasta diez minutos:

1. ¿Qué situaciones de tu pasado no has podido superar y te están impidiendo alcanzar tu máximo potencial?2. ¿Estás desarrollando los talentos que realmente posees?3. ¿Cuáles son las actividades que haces diariamente que te están encaminando a alcanzar tu visión?4. ¿Cuáles son las actividades que haces diariamente que te están privando de alcanzar tu visión?5. ¿En dónde la irresponsabilidad juega un papel en tu vida y te ha estancado de alcanzar tus objetivos?6. ¿Qué te diría esa persona que ha confiado y confía en tus habilidades para alcanzar tus metas?7. ¿Cuáles son las debilidades que ocasionan un mayor impacto en tu vida y en la de los demás, frustrándote en los intentos de alcanzar tus metas?8. ¿Cuáles han sido los fracasos en tu vida que te han dejado una lección de la cual has aprendido algo positivo?9. ¿Qué sueños hay dentro de ti que sabes puedes hacer realidad, pero no los has hecho? ¿Por qué?10. ¿Por qué no te has dado la oportunidad de invertir en tu crecimiento personal?

Nuestra zona de comodidad es uno de nuestros enemigos; admitámoslo, nos gusta la comodidad y tranquilidad. Pero el estar quietos no nos llevará a un siguiente nivel. Por ello en estos años he visto cinco valores que pueden ayudar si tienes el valor y el coraje de decir sí necesito, sí quiero y sí voy a cambiar.

1. El valor de tener una misión y una visión

“La estrategia sin tácticas es la ruta más lenta hacia la victoria. Tácticas sin estrategia es el ruido que se escucha antes de la derrota”.-Michael Porter-

En su libro “Premium Execution”, Michael Porter hace notar algo muy importante de las organizaciones que podemos aplicar a nuestras vidas: “Las compañías generalmente fallan al implementar la estrategia o al administrar la operación porque carecen de un sistema que integre y alinee ambos procesos”. En una ocasión leía un libro llamado “Tu eres tu propia marca”, si nosotros somos los dueños de nuestra propia marca ¿te gustaría que fuera rentable? ¿Te gustaría que tu marca sea reconocida? Entonces, ¿Cómo estamos alineando nuestro comportamiento y carácter para reflejar nuestra marca?

Piensa en lo siguiente: de acuerdo a cómo vives, te comportas y actúas, es como tú te posicionas en la mente de las personas. Cuando hablo de posicionarte en la mente de las personas me refiero a ¿cómo te gustaría que los demás piensen de ti? Te gustaría que te vean como una persona de una increíble personalidad, pero en la cual no pueden confiar o que te vean como alguien de carácter, confiable, que siempre está dispuesto a ayudar a los demás.

Grandes personajes y líderes del pasado como Martin Luther King Jr., Abraham Lincoln, Mahatma Gandhi, han tenido clara cuál es su misión y esto les permitió que cada esfuerzo, cada actividad y cada paso que daban estuvieran encaminados a alcanzar sus objetivos. Cuando tienes clara cuál es tu misión es mucho más sencillo que tomes decisiones.

Siempre me ha gustado la analogía de la construcción de una casa. Antes de construir una casa comienzas analizando qué tipo de casa quisieras y para eso consultas con un arquitecto, éste empezará a hacerte varias preguntas para aprender más sobre lo que necesitas; posteriormente él vendrá y te mostrará una maqueta, podrás decir esa no me gusta o esa sí me gusta, pero preferiría hacer ciertos cambios. La maqueta te está dando una proyección de lo que será tu casa, esto es tu visión. Tu visión al igual que la maqueta te da la proyección de quién o qué deseas alcanzar, los planos que posteriormente te entregará te indicarán lo que debes hacer.

Entre más pronto logres reconocer lo que deseas aspirar (visión) y establezcas el camino (misión), simplificarás tu vida. El cambio no es fácil, tendrás que luchar, tendrás que resolver nuevos problemas y cambiar paradigmas, pero la diferencia es que ahora sabes cuál es tu destino en lugar de estar viajando sin saber a dónde llegarás.

El establecimiento de tu misión y visión puede llevarte tiempo, pueden ser días, semanas o inclusive meses, lo que debes hacer es comenzar a pensar en esta pregunta: ¿qué es lo que deseo alcanzar? Con esto no me refiero a sueños o metas materiales, sino a encontrar el significado de tu vida. ¿Cómo puedo encontrar mi misión y visión de vida? Para ayudarte con esto puedes analizar las siguientes preguntas:


· ¿Cuáles son mis talentos? En otras palabras, ¿qué hago mejor que el promedio de personas?
· ¿En qué podría trabajar tan a gusto que no me importaría que no me paguen?
· ¿Cuáles son mis prioridades en la vida?
· ¿Cuáles son los principios y valores que gobiernan mi vida?
· Si muriera hoy, ¿Qué me gustaría que dijeran mi pareja, mis hijos, mi jefe y mis amigos?
· ¿Qué característica de mi comportamiento es la que mis amigos más admiran?

Con estas preguntas te darás cuenta de los puntos relevantes en tu vida, podrás ver el propósito de tus acciones y enfocar cada acción diaria para fortalecerte y encaminarte más en tu visión.
El valor de una misión y de una visión es el que te permite tener un enfoque en tu vida y en la de los demás; te enseña a tomar decisiones correctas basadas en principios; te permite adoptar una filosofía de vida en la cual te basas más en tus valores.

2. El valor de los fracasos

“La diferencia entre las personas exitosas de las que no lo son, está en la forma en la que definen el fracaso.”-John C. Maxwell-

A lo largo de nuestro caminar siempre nos vamos a enfrentar ante situaciones en las que sentimos que hemos fracasado; en donde sentimos que no estamos avanzando en nuestra meta de alcanzar el éxito. Recientemente realicé una búsqueda en Google, coloqué únicamente la palabra fracaso y aparecieron 2.49 millones de resultados, de igual forma lo realicé con la palabra éxito, pero esta búsqueda arrojó 13.9 millones de resultados.

Está claro que cada uno de nosotros buscamos, de una u otra manera, el éxito, pero entonces ¿por qué muchas veces no lo alcanzamos? Una de las razones está en la forma en la que definimos el éxito y el fracaso. De acuerdo al diccionario en línea wordreference.com, el fracaso se define de la siguiente forma: “Falta de éxito o el resultado adverso; es el frustrarse de no tener un resultado”, al leer esta definición noté por qué muchas veces nosotros no logramos triunfar. Vemos el fracaso como una frustración el decir sencillamente “no se pudo”. 

Un tiempo atrás veía una serie de dibujos animados, quizá la hayas visto, se llama “Los Simpson®”, ­en ella nuestro personaje Homero Simpson hace alusión al fracaso de la siguiente forma: “Intentarlo es el primer paso hacia el fracaso” ¿te imaginas pensar que siempre que vamos a iniciar algo nuevo vamos a fracasar? Uno de los primeros pasos que he aprendido es cambiar paradigmas; un paradigma es sencillamente los ejemplos con los que nos enseñaron desde pequeños, ¿has visto que a veces uno hace cosas siempre de la misma forma sabiendo que pueden haber formas más eficientes para hacerlo? Cuando cambiamos el paradigma sobre cómo vemos el fracaso, cada vez que tengamos uno lo trataremos de diferente forma, con esto no te digo que no te entristecerá ni tampoco que no te molestará, sencillamente pasarás la prueba de diferente forma. Tampoco debemos caer en el error de no querer aceptar que existen los fracasos; sencillamente hay que darle una nueva definición a esta palabra. Déjame compartirte la definición del fracaso de algunos personajes famosos:

· "Cada fracaso enseña al hombre algo que necesitaba aprender." (Charles Dickens)· "El fracaso es, a veces, más fructífero que el éxito." (Henry Ford)· "No fracasé, sólo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla." (Thomas Alva Edison)

Cada uno de estos personajes es reconocido, pero cada uno de ellos tuvo algunos fracasos en su vida y no se rindió porque veía el fracaso con otros ojos. Estoy en un constante aprendizaje donde me fuerzo a ver el fracaso con otros ojos, para ello me senté en una ocasión y pensé para mí: ¿Qué es el fracaso? Y obtuve la siguiente definición:

“Es una lección que me da la oportunidad de aprender, identificar un área de mejora y tomar acción para desarrollarme y crecer.”

El diccionario te podrá dar una definición, pero tú puedes crear una nueva para ti. Cada fracaso en la vida nos deja una lección, y podemos tomar el resultado de esa lección de forma positiva o negativa y decidir si tomamos acción o nos retiramos.

Otro aspecto interesante es ¿por qué nos llegamos a sentir fracasados? ¿Te has sentido fracasado en tu vida? Si andas en búsqueda del éxito ¿qué es el éxito para ti?, considera que no podrás ver la lección de un fracaso si no tienes claro también qué significa el éxito para ti.

Gracias a los fracasos es que puedes darte cuenta que eres humano, que eres imperfecto y que aún tienes capacidad para crecer; ve cada “fracaso” como lo vio Thomas Alva Edison, como una forma más de saber cómo no hacer algo y estar a un milímetro del éxito.

La cuestión no es que hayas fracasado, sino ¿cuál es tu respuesta ante el fracaso? Yo soy el único responsable de lo que voy a hacer al momento de fracasar, me retiro o aprendo y continúo.

3. El valor del crecimiento constante

“Dios concédeme la serenidad para aceptar las cosas que no podemos cambiar, el valor para cambiar las cosas que podemos, y la sabiduría para reconocer la diferencia.”-Oración de la serenidad-

Una frase conocida dice: “La única constante es el cambio”. Si me permites adaptar esta frase de otra manera sería: “Nuestra única constante es el crecimiento”. Y cuando hablo de crecimiento es establecer un plan que te permita crecer constantemente en tus áreas de fortaleza y en aquellas áreas en las que puedes decidir si cambias o no, y que tú sabes que debes cambiar, áreas como tu actitud, veracidad, responsabilidad y pro actividad. El crecimiento puede asemejarse como a una escalera, donde muchos se quedan en alguna grada de la misma en su zona de confort y pocos se atreven a seguir subiendo, aquellos que continúan subiendo van viendo a aquellos que se quedan atrás y tratan de animarlos a subir, pero nadie puede forzarlos a subir; nadie puede forzarte a ti a subir si tú no quieres.

En lo personal me gusta enfocar el crecimiento personal en cuatro áreas que considero relevantes, pero cada área es un conjunto de fortalezas y debilidades que deben ser desarrolladas, las primeras para ser mejor y las segundas, que aunque su desarrollo puede ser más lento, nos hacen mejores personas. Las cuatro áreas que te sugiero son:


Liderazgo

¿Cómo estas influenciando a las personas? Eres alguien que lleva a las personas a un nivel superior o las degrada de nivel. ¿Cómo te influencias a ti mismo? Ser un líder es saber influir en las personas de forma positiva, es el poder dejar una huella, sembrar una semilla positiva en cada una de ellas.

Liderazgo es una de las áreas que como personas buscamos desarrollar, nuestro objetivo como líderes es obtener el máximo potencial de las personas llevándolas de donde están actualmente hacia donde no han estado antes.

El diccionario de la real academia española define el liderazgo de la siguiente manera:

“Situación de superioridad en que se halla una empresa, un producto o un sector económico, dentro de su ámbito” D.R.A.E

El liderazgo es mucho más que tener una posición de superioridad, la posición no hace al líder, ¿has tenido jefes o líderes a los cuales sigues porque tienes que hacerlo por obligación? Recuerda como dije anteriormente, ser un líder es influenciar de forma positiva a las personas, cada uno de nosotros influye por lo menos a una persona al día, la pregunta es: ¿Eres tú de influencia positiva o negativa?
Uno de los objetivos para que desarrolles tu liderazgo, es que desarrolles tus dones y talentos y los pongas al servicio de los demás.


Como líderes buscamos tener:

· Actitud: Lo que marca la diferencia en mis actividades diarias; la disposición que tengo y el ánimo que pongo a hacer una actividad.

· Tranquilidad: Porque puedo aprender a vislumbrar los problemas antes de que ellos vengan.

· Confianza: Saber que cuento con personas capaces, líderes natos a mi lado, con los que podremos navegar juntos y alcanzar la cima de nuestra visión.

· Empoderar: Saber dar confianza a los demás, que ellos puedan alcanzar sus objetivos.

· Seguridad: De saber que tomo las decisiones correctas.
Estrategia
¿Qué marca la diferencia entre tu persona y los demás?, ¿cómo te posicionas en la mente de las personas?, ¿eres un buen administrador de tu tiempo y dinero?


“Aquello que nos lleva a ser únicos y que mejor posiciona la diferencia entre las relaciones actuales y potenciales.”-Jack Trout-


La estrategia es la que nos permite marcar la diferencia en la ruta que estamos siguiendo para alcanzar un objetivo. Nos ayuda a determinar creativamente lo que necesitamos para la creación de tácticas que nos permitan ir paso a paso alcanzando cada vez más lo que buscamos.

La búsqueda en marcar la diferencia intenta que sea de forma integral en nuestras vidas, ser consistentes como profesionales, amigos y familia guardando principios y valores que hagan que nos posicionemos en la mente de los demás como personas de carácter e integridad.

Es el desarrollar principalmente tu área profesional en los siguientes puntos:


· Estableciendo la dirección: ¿Sabes hacia dónde vas? Establecer la ruta que debemos seguir es una de las primeras decisiones que buscamos.

· Construyendo percepciones: ¿Cómo te perciben los demás?, ¿cómo te percibes a ti mismo? Para proyectarte en la mente de los demás es necesario que primero fortalezcas tu interior.

· Diferenciándose: Es el resultado del rumbo que has decidido tomar, del cómo serás percibido. Recuerda que lo importante es cómo te percibes a ti mismo antes que a los demás.

· Invertir: ¿Cómo buscas la estabilidad económica?, ¿qué necesitas considerar para poder realizar una inversión?
Vida
"Hacia donde la mente va, el cuerpo la seguirá" se dice que es en lo que siempre he creído. Debes tener una idea clara de lo que haces y deseas alcanzar para poder generar el poder interno para sobreponerte a los obstáculos y crear propósito, fe y seguridad. Piensa claramente acerca de ti mismo y en lo que deseas alcanzar y haz algo al respecto.
-Arnold Schwarzenegger-
El cuidado que tenemos de nosotros mismos determina el grado de apreciación que proyectamos. El mantener una vida sana, hacer ejercicio y tener pensamientos positivos permite mantener una buena vida.

Entre los propósitos de año nuevo está siempre el “voy a bajar de peso”, pero buscamos obtener los resultados sin antes pagar el precio por alcanzarlos.

El reto es que puedas lograr la condición deseada de tu cuerpo. Creemos que para ser íntegros debemos incluir un estilo de vida sano que nos permita vernos bien, ¿por qué no? En la medida en la que te veas bien tu motivación crecerá y tendrás mayor deseo de alcanzar otras metas.
Relaciones
“Cuando te relaciones con personas recuerda que no estás con criaturas lógicas, sino con criaturas emotivas.”.
- Dale Carnegie
Nuestra vida está en continua relación con las personas. Como personas íntegras buscamos desarrollar tanto nuestra relación intrapersonal como nuestras relaciones interpersonales.
Nuestra relación intrapersonal busca conocernos a nosotros mismos. Permíteme aplicar el concepto de la regla de oro a las relaciones: “Tú te podrás llevar bien con los demás en la medida en que te lleves bien contigo mismo”. ¿Te llevas bien contigo mismo?
Nuestras relaciones interpersonales están divididas en lo que llamamos grupos de afinidad entre las que consideramos:

· Relación con la familia: Buscar mantener y nutrir a cada uno de los integrantes de tu familia: papás, abuelos, hermanos, primos, sobrinos, etc. Construir lazos y memorias que duren por siempre.
· Relación de pareja: Aprender y conocer a tu pareja; tener la intención de aprender su lenguaje de amor, de discutir y de buscar intencionalmente una buena relación.
· Relación con amig@s: Conocer el valor de tus amistades, reconocer a aquellas que te generan un valor positivo y cómo nutrirlos positivamente.
· Relaciones profesionales: Cómo llevarte bien con tus compañeros de trabajo, con tus socios de negocio, sabiendo que tu familia tiene la prioridad.
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Buscamos desarrollarnos mediante la práctica intencional de las siete características que tienen las personas que aman de forma intencional (Amar como una forma de vida de Gary Chapman). El desarrollar relaciones más sólidas es intencional.

4. El valor de la familia y las amistades

El lugar donde nacen los niños y mueren los hombres, donde la libertad y el amor florecen, no es una oficina ni un comercio ni una fábrica. Ahí veo yo la importancia de la familia.
-Gilbert Keith Chesterton-
La verdadera amistad es como la fosforescencia, resplandece mejor cuando todo se ha oscurecido.
-Rabindranath Tagore-
A nuestras familias nos unen lazos de sangre, con nuestros amigos nos unen lazos de hermandad. La familia es un círculo mucho más íntimo, pero son los amigos los que te pueden llegar a influenciar hacia a dónde ir, a llevarte alto o llevarte hondo. Todos conocemos que vivimos en sociedad, pero ¿alguna vez te has detenido realmente a pensar el valor de la familia y tus amistades?
Siempre hay alguien en tu familia con quien sabes que puedes contar, alguien que sabes que estará para ti cada vez que lo necesites, pero… ¿Qué valor has generado para los miembros de tu familia? Llega un momento en la etapa de cada uno en la que te vas de casa para formar tu propio hogar y familia, pero siempre tendrás los recuerdos de tu primer hogar. La familia es el soporte principal en nuestras vidas, es una fuente de energía que te ayuda a salir adelante. Sé que alguno me dirá: “mi experiencia no fue agradable con mi familia”, pero te puedo asegurar que siempre existió algún tío, primo, hermano, abuelo o alguien que te ayudó. El valor de estar junto a ellos está en que uno también puede ayudarlos en los momentos en los que ellos más lo necesiten.
En cuanto a los amigos, descubrí el valor de la amistad en los momentos más dolorosos, esos momentos cuando necesitas que alguien te escuche, alguien que permita que le transfieras un poco de la carga pesada que llevas en tus hombros. Pero, ¿sabes algo?, es mucho más edificante cuando tú estás disponible para otros. También cuando abres tu oído a un amigo, ganas mucho más que su amistad, ganas su confianza, ganas su credibilidad, ganas a alguien que podrá también agregar valor a tu vida.
En nuestra vida siempre buscamos a las personas que nos agregan valor pero, ¿y si nos proponemos ser alguien que agregue valor? Ser alguien que agrega valor es lo que da verdadera importancia a la amistad y a la familia porque dejas un legado en los corazones de las personas.
A veces podemos llegar a pensar que los amigos no existen, cuando en ocasiones es porque nosotros no somos verdaderos amigos con los demás. Si bien es cierto que existen amigos falsos, que sólo nos buscan para obtener provecho, el valor está en descubrir quiénes son realmente tus amigos. Encuentra un verdadero amigo, aprécialo y nútrelo.
Si quieres hallar en cualquier lado amistad, dulzura y poesía, entonces llévalas contigo.
-Georges Dúchamela-

5. El valor de vivir centrado en principios

En la vida existen dos formas en las cuales puedes enfocar tu comportamiento: en tu personalidad o en tu carácter.
Siempre he creído que debes vivir de acuerdo a lo que predicas, y más ahora que he llegado a los treinta y dos años, me doy cuenta de la importancia de que mi vida esté centrada en principios, en fortalecer mi carácter y no mi personalidad.
Existen personas que se enfocan en su personalidad, ellas son muy carismáticas, nos gusta estar con ellas por cómo nos hacen sentir en un inicio, pero cuando viene la prueba te engañan, te dejan herido y lo peor de todo es que pierdes la credibilidad y confianza en esa persona. ¿Por qué digo lo peor?, porque cuando tienes un amigo que se enfoca en su carácter también te podrá herir en algún momento, pero sabes que está siendo sincero y honesto, y en lugar de hacer que pierdas su credibilidad y confianza, las fortalecerá.
Los cambios cosméticos te ayudan únicamente a que perciban que eres alguien importante, pero cuando te quitas el maquillaje queda sólo la triste realidad. ¿Y si te reto a fortalecer y desarrollar el carácter? ¿te animarías? No es sencillo ¿lo sabes?, Pero cuando vives enfocado en tus principios y valores conoces qué decisiones tomar y los resultados de las mismas, sean buenos o malos, te darán paz porque no tendrás nada que ocultar.
¿Cuáles son los principios que gobiernan tu vida? Imagino que conoces a alguien a quien le crees sin cuestionar lo que te dice por su carácter, pero hay también personas a las que preguntas a otro si dice la verdad… porque su enfoque no está en principios.
Stephen Covey en su libro “Los siete hábitos de la gente altamente productiva”, habla sobre diferentes formas en las que las personas pueden centrar sus vidas: Centrado en ellos mismos, Centrado en la familia, Centrado en la pareja, Centrado en los amigos, Centrado en el trabajo, Centrado en el dinero y Centrado en la iglesia. Cuando nos enfocamos sólo en una de estas áreas nuestra vida se desequilibra porque nos inclinamos hacia uno de estos centros y descuidamos los otros. Pero cuando vivimos centrados en principios tomamos nuestras decisiones pesando en cada una de estas áreas y sabemos qué decisión tomar a pesar de que su resultado quizá no sea el preferido, pero sí el correcto.
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El por qué de estos valores
En la medida en la que crecemos como personas alcanzamos logros en cada paso de nuestras vidas. Algunas veces le abrimos la puerta a aquellas oportunidades a las que no deberíamos abrírsela y dejamos de hacerlo con las oportunidades que sí valen la pena, pero a pesar de “fracasar” podemos aprender algo positivo y esto deja un valor en nuestros corazones.
Lo importante de esos valores es:
Sé a dónde voy aprendiendo de mis errores, creciendo cada día, nutriendo a mi familia y amigos y guiándome en principios.

Autor: Abner Huertas
Edición: Cristina Monzón

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